Cornelius sorprende en la presentación de su disco 1960 en la Sala Capitol de Santiago

Cornelius sorprende en la presentación de su disco 1960 en la Sala Capitol de Santiago

Cornelius en la sala Capitol de Santiago de Compostela
Cornelius en la sala Capitol de Santiago de Compostela // europafm

Europa FM

03/06/2009 02:00

Cuando un tipo te afina la guitarra en la retaguardia del escenario, es que el tema va en serio. Cornelius está en ello. Pocas veces se ha visto en Galicia
un lanzamiento tan respaldado como el del segundo trabajo de la banda de Vilagarcía, 1960. Un sello 100% digital incorporará su música a su último modelo de reproductores MP4. Cornelius tiene garantizada la distribución de su material en más de 30 países y una gira internacional por todo lo alto. El jueves, en la Capitol, los nuevos temas sonaron por primera vez en directo, a lo largo de una presentación perfectamente programada. No faltó de nada, incluyendo una sala hasta los topes y algunas virguerías técnicas de estreno.

Cualquiera que haya oído hablar de Mick Glossop, el productor de Van Morrison de toda la vida, habrá puesto justificadas expectativas en el trabajo que el británico ha hecho con Cornelius en este 1960. Por lo visto, el hombre ha optado por la más pop de las muchas puertas que el ecléctico estilo de la banda, un rock cantado en inglés con derivaciones hacia el funk y el soul,
ha ido dejando abiertas. Los quince primeros minutos bucearon en los medios tiempos. La propuesta es elegante, limpia e irreprochable en su ejecución.
Hay aquí un puñado de buenos músicos. Los teclados de José Vilas ganan protagonismo sobre la base rítmica eficaz que construyen Ton Risco y Andoni Arcos desde la batería y el bajo. Pero el alma de esta gente descansa en la voz de David Chiquillo y en el equilibrio con sus guitarras, sobre todo con la de Antonio Casado, el Abuelo.

La banda explota de verdad cuando su juego con Toni B. Willisch se libera
de complejos. Sucedió en tres o cuatro temas, y ahí surgió la gran banda de rock que Cornelius pueden llegar a ser. El final, con el tema 1960, Fool forever y una poderosa versión de Immigrant Song, de Led Zeppelin, le pulverizó las telarañas a más de un despistado. Hay música dentro, hay un apoyo excelente. Pueden pasar cosas.