Tiene 28 años, es bajito, hawaiano, impuntual pero sabe hacer mover como pocos. El secreto está en sus caderas, que contonea a ritmo de reggae, R&B, soul... a lo largo de los éxitos que ha cosechado con sus dos discos. O eso dicen los que asistieron, porque el aforo del Pabellón Olímpico de Badalona está limitado a 12.000 personas, y en Barcelona debemos ser unos cuantos más los que nos gusta Bruno Mars. No es por echarle flores al autor de Marry you, pero eso demuestra la reventa por internet, donde se triplicaba el precio oficial de las entradas. ¿La fórmula del éxito? Mucha espectación + recinto pequeño = entradas agotadas.
Hace días se escuchaban rumores de que Bruno Mars saldría de fiesta por Barcelona y decidimos ir en su busca y captura. Y al final... ¡touché! Fue efímero pero real. Desde la cabina del DJ de la Sala Sutton Club, en mitad de la Diagonal barcelonesa, Bruno Mars se arrancó a cantar Locked out of heaven. Se hizo corto, pero el chaval, más majo que las pesetas, empezó a firmar autógrafos de camino a su privado.
¿Hará lo mismo después del concierto de esta noche en Madrid?