Taylor Swift cabrea a los ecologistas de Nueva Zelanda con la grabación de su nuevo vídeo
Taylor Swift se ha trasladado con todo su equipo de rodaje hasta Bethells Beach, en Nueva Zelanda; y al parecer se han saltado algunos de los permisos que tenían para poder rodar en esta área protegida. Los activistas han puesto el grito en el cielo ya que ahí vive una especie de un ave muy protegida debido a su escasez y su lenta reproducción.
Sandra Coney, activista del parque regional Waitakere Ranges que atiende las reservas naturales de Nueva Zelanda, afirmaba en unas declaraciones al periódico New Zealand Herald que el equipo de la cantante sobrepasó el número de vehículos que podían estacionar en ese área: "Para filmar en Bethells Beach esta semana recibieron un permiso para llevar dos vehículos, pero en su lugar su equipo se presentó con una docena" y añade: "Estamos tratando de minimizar los vehículos en esas playas por una buena razón, pues allí hay crías del chorlito maorí, una especie en peligro de extinción".
Por su parte, Cherokee Films, la productora local que se encargaba del vídeo, ha publicado un comunicado donde pide disculpas pero afirman que en ningún momento se ha puesto en peligro la especie del chorlito maorí y que no violaron ninguna norma que pusiera en peligro el hábitat. Además, han ofrecido una donación económica para la protección de dicha especie para zanjar el tema.