La subida de IVA del 8% al 21% tendrá consecuencias dramáticas para la música
La industria de la música perderá público, en competividad para España como destino de eventos y en pérdida de actividad económica para las ciudades que son sede de festivales.
En un comunicado de la Asociación de Promotores Musicales (APM), asegura que la decisión del gobierno de subir el tipo de IVA aplicable a las entradas de los espectáculos musicales del 8% al 21% tendrá consecuencias dramáticas para la industria de la música en vivo.
Supondrá una pérdida de público, pérdida de competitividad para España como destino de eventos musicales y en la pérdida de actividad económica para las ciudades que son sede de festivales y conciertos.
El negocio de la música en vivo es un sector que genera globalmente cientos de miles de empleos directos e indirectos y unos 400 millones de euros de facturación global. En el año 2011, solo las 42 empresas de la asociación de Promotores Musicales realizaron un total de 4.072 conciertos, incrementando la facturación media por concierto de los 41.271 euros en 2010, hasta los 44.131 euros en 2011.
España mantiene citas ineludibles de prestigio internacional como el Sónar, Primavera Sound, SOS 4.8, Rock in rio o el FIB, junto a giras de artistas como Bruce Spingsteen, Madonna o Coldplay. Claves para la promoción económica y la dinamización de la economía local de muchas ciudades por su enorme impacto económico.
El sector de la música en vivo ya sufrió en 2011 los ambates de la crisis económica que frenaron el crecimiento experimentado en le número de conciertos desde 2007. en concreto, durante el año 2011 el conjunto de conciertos descendió un 18,3%, pasando de 4.987 conciertos promovidos por los asociados de la APM en 2010, a 4.072 en 2011. La facturación bajó también un 12,6% en 2011.
Por todo ello, la subida del IVA al 21% sobre el precio de la entrada, sumada al 10% de canon por derechos de autor que carga la SGAE afectará directamente al público consumidor, haciendo disminuir sustancialmente el número de asistentes a los conciertos de música en vivo, provocando la caída de ingresos por concierto y haciendo inviable la promoción de espectáculos en nuestro país, lo que provocará el cierre de empresas del sector y la pérdida de puestos de trabajo.