42.000 personas cuernos en alto convierten Barcelona en la capital del Metal

¿Quién ha dicho que el Metal está en horas bajas? Cualquiera de las 41.863 personas que asistieron al Sonisphere Barcelona el pasado sábado se habría mofado de tal afirmación. Es más, se habrían miccionado encima de la risa, o habrías acabado empapado en cerveza. La música de estridentes riffs de guitarra y bombos revolucionados ha sabido hacer frente, década tras década, a las nuevas tendencias.

Barcelona acogió una de las seis paradas europeas donde se celebra el festival itinerante Sonisphere, y supuso el regreso de Metallica a la capital catalana tras seis años. Su participación estuvo colgando de un hilo hasta las horas previas. "Hace 24 horas estaba en silla de ruedas, rodeado de médicos y curanderos haciendo lo imposible", aseguró James Hetfield, cantante de Metallica, que dijo haber sufrido un grave dolor de espalda pero que, por suerte de sus fans, se recuperó a tiempo. Son las gajes de convertirse en los yayos del Metal. Metallica cumplirá 30 años sobre los escenarios, tres décadas de referencia, con sus crisis internas, incorporación de miembros y enfrentamientos con sus fans por encabezar la lucha contra Napster y las descargas ilegales. Empezaron fuertes, con Fight fire with fire, pero los años pesan y en ocasiones mostraron su flacidez (excepto en Robert Trujillo, su incorporación al bajo ha ofrecido aires nuevos a la banda). Intentaron ser veloces, y algunos momentos pecaron de contundencia. Un quiero y no puedo que los miles de asistentes supieron perdonar cuando se escuchaban grandes clásicos como Sad but true, Master of puppets, Enter sadman, Nothing else matters... Entre clásicos aprovecharon para presentar las canciones de su nuevo Death Magnetic y deleitarnos con grandes espectáculos de luz, fuego y pirotecnia a ritmo de One.

Sonisphere Barcelona, más de 10 horas de Metal en el Fórum de Barcelona, que estuvieron aderezadas además por los catalanes The Eyes, el hardcore trash de Soziedad Alkoholika, y puestas en escena espectaculares como Machine Head o unos Slipknot al más puro estilo Matanza de Texas con máscaras de cuero y bates de beisbol golpeando grandes barriles de cerveza.

Metallica visitarán Madrid esta noche y mañana, con las entradas agotadas desde hace meses. El Sonisphere tiene como objetivo extienderse más allá de Europa a partir del año que viene.