ALMERÍA | ESTABA TRASLADANDO EL CUERPO

El cuerpo de Gabriel Cruz estaba envuelto en el maletero de Ana Julia Quezada

La pareja del padre del pequeño, Ana Julia Quezada, fue detenida a la entrada de su garaje por los agentes de la Guardia Civil que le bloquearon el paso, mientras trasladaba el cadáver de Gabriel Cruz envuelto en unas mantas en el maletero.

Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte violenta de Gabriel Cruz
Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte violenta de Gabriel Cruz // EFE

Europa FM

Madrid 12/03/2018 08:19

Las fuerzas de seguridad encontraron el cadáver de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido el 27 de febrero en Las Hortichuelas, Níjar, en el maletero del coche de la pareja del padre del menor, Ana Julia Quezada, que ha sido detenida en la localidad de Vícar rodeada de un amplio operativo policial. "No he sido yo, he cogido el coche esta mañana", gritaba la detenida en mitad de la calle, a plena luz del día.

Los agentes la sorprendían trasladando el cadáver del niño, envuelto en unas mantas, en el maletero del vehículo que conducía. La Guardia Civil le ha bloqueado el paso cruzando dos coches delante de ella muy cerca del garaje de su vivienda. La han hecho salir del vehículo y abrir el maletero.

"Un policía ha abierto el maletero y cuando ha visto lo que había, ha dicho 'confirmado, lo tenemos'", explica un vecino. Con la cabeza sobre el capó del coche y esposada, Ana gritaba que era inocente alegando que alguien le había colocado allí el cuerpo de Gabriel, pero desconocía que los agentes la seguían desde hacía horas.

La detenida habría dejado a su pareja -el padre de Gabriel- en un hotel y, desde allí, habría ido hasta una finca familiar para, según la Guardia Civil que tiene imágenes en su poder, sacar el cuerpo del niño del lugar donde, presuntamente, lo había escondido.

Los agentes la habrían visto con una manta, la misma del maletero. Ocurría en esta calle de la localidad de Vícar, a unos 64 kilómetros de Las Hortichuelas, donde desapareció Gabriel Algunos de los agentes se han puesto a llorar de rabia al descubrir el cuerpo. Otros se abrazaban al conocer el fatídico desenlace. Tras su detención, Ana ha sido conducida a la comandancia de la Guardia Civil de Almería.

Hasta el último instante se barajó que Gabriel pudiera estar vivo y que Ana Julia, probablemente con alguien más, tratara de sacar dinero. Los agentes pidieron al padre de Gabriel, Ángel, que había empezado a sospechar de su pareja, que intentara actuar de forma natural para que no se lo notara.

Ana Julia era sospechosa desde el principio, simplemente por haber sido una de las últimas personas que tuvo contacto con el pequeño, pero poco después su reacción durante los interrogatorios y hechos como que dijera que había perdido su móvil para no entregarlo a los agentes, le pusieron en el punto de mira. A esto se le sumaron las contradicciones sobre lo que hizo los diez minutos que permaneció en casa de la abuela Puri Carmen del menor el día de la desaparición.