Su amante le ha destrozado la vida

Felipe, de Zaragoza, acompañó un día a su amante al ginecólogo. Cuando salió de la consulta, ella le confesó que el gonecólogo había intentado pasarse con ella. Él hubiera subido pero ella le detuvo. Cuando la dejó en casa, Felipe volvió furioso al ginecólo y le partió el labio. El ginecólogo por supuesto lo denunció. Ahora, su mujer se ha enterado de lo de la amante por la denuncia. Tambiém la empresa en la que trabaja, que es pública, se ha enterado y lo han echado. Por si fuera poco, su amante se ha enterado de que ya no tiene trabajo y lo ha dejado también. Vamos, que se ha quedado sin nada.

Madrid 23/01/2017 06:00