Paulina Casillas es una chica de Guadalajara (México) que, a pesar de lo que su familia opinaba, ha ido transformado gran parte de su cuerpo, con 23 años.

Tras hacerse enormes tatuajes y dividirse la lengua, la joven decidió extirparse el ombligo para regalárselo a su novio. Esta decisión la tomó para romper con todo lo que podía unirla con sus padres.

La operación, que la llevó a cabo el mismo cirujano que le cortó la lengua, no salió como esperaba, ya que tuvo problemas con la cicatrización de la herida.

Asimismo, Paulina Casillas regaló a su pareja el ombligo, dentro de una bolsa y con una nota que decía: "Te quiero".

Sin embargo, poco tiempo después rompió con su novio, que según ha explicado a Daily Mail, "él me apoyó en muchos momentos difíciles y es una de las personas más influyentes de mi vida". Ahora, la joven mexicana considera que lo que hizo fue un "impulso del momento, éramos jóvenes y estúpidos".

Con el tiempo, su relación con la familia ha mejorado y, confiesa que "Me arrepentí cuando me puse en el lugar de mi madre, debió de ser devastador para ella, estaba tan triste. No puedo imaginar cómo debe ser que tu propio hijo quiera romper toda su conexión contigo".