"ME FECUNDARON"

La exmujer de Michael Jackson admite que Prince y Paris no son hijos biológicos del cantante

Debbie Rowe, la segunda mujer de Michael Jackson, ha admitido que sus hijos Prince y Paris fueron concebidos a partir de un donante y que, por tanto, no son hijos biológicos del fallecido cantante.

Michael Jackson y Debbie Rowe con sus hijos Prince y Paris
Michael Jackson y Debbie Rowe con sus hijos Prince y Paris // GTRES

Europa FM

Madrid 19/03/2019 17:48

La emisión del documental Leaving Neverland ha vuelto a poner en primera línea de debate los supuestos abusos sexuales de Michael Jackson a menores, que en 2005 fue declarado inocente por falta de pruebas.

El documental da voz a James Safechuck y Wade Robson, dos de los jóvenes que con apenas 10 años viajaban por todo el mundo de la mano del cantante. Dormían en la misma habitación que Jackson y las atrocidades que relatan son difíciles de digerir para cualquiera. Los padres de ambas víctimas aseguran que la culpa por haberlo permitido vivirá dentro de ellos toda la vida.

Jackson se casó dos veces. La primera fue con Lisa Marie Presley (hija de Elvis Presley), lo que se consideró como una estrategia publicitaria muy bien orquestada. A los 20 meses del 'sí quiero' en 1994, se divorciaron.

La segunda boda del rey del pop fue en 1996, con Debbie Rowe, una joven que había sido enfermera en la consulta del dermatólogo del cantante. Estuvieron tres años casados y tuvieron dos hijos, Prince y Paris, pero ahora la madre de ellos ha confesado que Jackson no es su padre biológico.

De esto ya se habló en el año 2013, cuando el actor Mark Lester aseguró que él era el verdadero progenitor de los niños. Según él, Jackson le pidió ayuda para concebir a sus hijos.

La madre de Paris y Prince aseguró en una entrevista que recoge The Sun que nunca mantuvo relaciones sexuales con el cantante. "Me fecundaron. Tal como se fecunda a las yeguas para que se reproduzcan. Fue algo muy técnico", cuenta. "Igual que yo le meto el esperma a mis caballos. Así lo hicieron conmigo. Yo era su yegua pura sangre".

"Michael era un hombre divorciado, solitario y que quería tener hijos. Yo fui la que le dijo: 'Yo tendré a tus hijos'. Le ofrecí mi vientre, fue un regalo. Fue algo que hice para que fuera feliz", explica.