RESEÑA MUSICAL

Belén Aguilera estrena su álbum 'Anela', un viaje lírico personal sin precedentes

Belén Aguilera ha lanzado este 12 de septiembre Anela, un nuevo álbum con un concepto musical único, en el que la artista mezcla la lírica, los ritmos synth e instrumentales de cuerda con unas letras de lo más viscerales. Todo ello para hacer un recorrido por su esencia más pura como artista.

Belén Aguilera presenta su álbum 'Anela' en un íntimo encuentro cargado de lírica y emotividad

Belén Aguilera en 'Anela'
Belén Aguilera en 'Anela' | YOUTUBE

Madrid12/09/2025 16:41

Belén Aguilera celebra su 30 cumpleaños con el lanzamiento de Anela, su disco más personal hasta la fecha. Un tercer álbum de estudio con la lírica como protagonista en el que la artista nos presenta un viaje introspectivo por su mundo interior.

El proyecto llega dos años después del estreno de su EP Metanoia, uno de sus trabajos más exitosos. Pero para esta ocasión la catalana deja a un lado los sonidos de electropop para mostrarle al mundo su verdadera esencia musical.

Y precisamente esta es una de las claves más importantes de Anela: Belén Aguilera deja a un lado su carrera in crecendo como artista pop en nuestro país para abrazar su yo musical más puro a través de lo experimental.

12 canciones de un universo onírico único

Cada una de las 12 canciones de Anela viaja por un abanico emocional distinto, pero todos forman parte del mismo universo. Y así lo refleja con los recursos visuales del álbum, que juntos crean una película en la que Aguilera materializa en imágenes un mundo onírico y mitológico, en forma de 'obra teatral'.

El disco arranca con Nacer para morir, donde con la voz emerge con cierto autotune para cantarle al "miedo a alejarse de lo conocido y lo querido por perseguir un deseo propio". Los violines acaban completando el conjunto.

Ático irrumpe con fuerza con resquicios del bagaje musical de la artista hasta el momento, más synsth pop con el que refleja ese lado de nuestra mente "donde escondemos nuestro lado oscuro y vulnerabilidades que no queremos que sean descubiertas".

La emotividad cobra más fuerza con Dramático, un tema sobre la "angustia de la incertidumbre de caminar un sendero en solitario y premonición de las adversidades que se avecinan". Con un cambio de ritmo singular que hace muy pegadizo su estribillo, la artista refleja así la "esperanza".

Laberinto llega con la veteranía que le da ser el primer single de Anela. En esta canción Belén le da un respiro a los sonidos más experimentales para abrazar sonidos más pop. y todo ello para reflejar el "enfrentamiento contra todo lo oscuro y todo aquello que quiere corromper la esencia". Una forma de madurar lidiando con el conflicto.

Eclipse y Salvamento fueron un estreno conjunto, pero por separado funcionan a la perfección: mientras la primera se centra en la "iluminación y realización del propio poder" y de ser consciente de la valía propia a través de ritmos relajados con ciertas pinceladas de synth pop, la segunda vuelve a la "incertidumbre y el miedo", pero esta vez del "amor romántico" con una balada como protagonista.

Belén Aguilera continúa desnudándose por dentro con Dama en apuros, un canto a abrazar "la vulnerabilidad femenina" como nuestra herramienta para fortalecer, sanar y "seguir adelante".

Soledad es la canción más personal del álbum. Está escrita para la abuela de la artista, y trata de las inseguridades del presente pensando en la opinión de aquella persona que ya no está, recordando esos tiempos con aquella persona especial. Un sonido muy lírico con coros que envuelven la voz de la artista.

Mutantes es la canción con más garra del álbum. Con un comienzo digno de banda sonora de película a través de una melodía algo siniestra con violines, la artista le canta al deseo de "ser aceptado y querido" y cambiar por ello de forma de ser, la artista vuelca las inseguridades sociales.

Por su parte, Cómo puedo volver es el tema más enrevesado con su narrativa. La cantante muestra cómo se puede idealizar e inventar un mundo entero y sentir acorde a aquello imaginado. Y así lo muestra con sus giros vocales y su desgarro.

"El poder de la manifestación" se siente como un oasis en mistad de Anela a través de Bruja, un tema que deja a un lado la profundidad para jugar con cambios de ritmos con un halo más optimista.

El recorrido se cierra con Ahora que estoy bien, una canción que le canta más al raciocinio de estar presente en el presente a través de ritmo de balada: "Aceptación del cambio constante y de que nada es permanente. Encontrar felicidad y paz en el ahora sin aferrarse".

Anela es el resultado de mezclar un ideario musical con un mundo emocional de lo más complejo. Todo ello contado a través de fantasía, barroquismo, simbolismo... Y con el fin de crear una experiencia multisensorial.

Este trabajo no es para todos: si bien la artista había enfocado su carrera a un concepto mucho más pop, los fans no van a encontrar esto en el nuevo disco. Lo que sí se puede encontrar es a la verdadera Belén Aguilera, que no ha sentido presiones sobre lo que se esperaba de ella para volcar todo su talento en un proyecto 360º y alejado de todo lo que se haya hecho últimamente en la música española.