CRÓNICA | NO FILTER TOUR

The Rolling Stones en Barcelona: La leyenda del rock sigue viva

Más de dos horas repletas de éxitos ofrecieron The Rolling Stones durante su concierto en Barcelona el pasado miércoles. Con más de medio siglo en la carretera, Mick Jagger, Ron Wood, Keith Richards y Charlie Watts han demostrado que no necesitan temas nuevos para hacer vibrar a casi 50.000 personas de varias generaciones a ritmo de rock and roll.

El cantante y líder de la banda de rock The Rollings Stones, Mick Jagger
El cantante y líder de la banda de rock The Rollings Stones, Mick Jagger // EFE (Archivo)

Europa FM

Barcelona 28/09/2017 09:57

Con más de medio siglo de carrera y con todos los excesos que llevan a sus espaldas, The Rolling Stones confirmaron en su concierto en Barcelona que lo suyo es de otro planeta.

Con un Estadi Olímpic a rebosar en el que se podían encontrar diferentes generaciones entre los 50.000 asistentes (un ejemplo de este salto generacional eran mis padres y mi hermana pequeña), sus majestades satánicas salieron al escenario que pasó a teñirse de rojo con las primeras notas de Sympathy For The Devil.

"Han pasado diez años desde la última vez que estuvimos aquí, parece mentira", decía Mick Jagger refiriéndose a su última visita a la ciudad condal. El cantante no dejó de hablar en castellano y en catalán durante todo el concierto, moviéndose solo como él sabe, que a sus 74 años aún se pega carreras por el escenario como si el paso del tiempo no fuese con él.

No tocaron ningún tema nuevo, no les hace falta. Quien va a ver a The Rolling Stones sabe que no va a ver un concierto al uso, es algo así como si se hicieran un tributo a ellos mismos. Y a pesar de la veintena de temas que encadenaron anoche, entre los que no faltaron éxitos como It's Only Rock'n'Roll (But I Like It), Under My Thumb, Paint It Black, Honky Tonk Women, Start Me Up o Brown Sugar; aún se escaparon del setlist canciones insignia de los británicos, y es que 55 años de rock and roll para mucho.

Mención especial para Keith Richards, enormemente aplaudido, que se lució frente al micrófono con Happy y la melancólica Slipping Away. Y para la gran Sasha Allen, corista de la banda, que nos erizó la piel con su derroche vocal en Gimme Shelter, primer tema del bis final que culminó, como no podía se de otra manera, con la coreadísima Satisfaction (I Can't Get No).

La cita finalizó con fuegos artificiales mientras Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts se despedían del público todavía energéticos, a pesar de las más de dos horas de concierto. Demostrando que si siguen en la carretera a estas alturas, además de porque quieren, es porque pueden. Y eso es lo que les convierte en una leyenda viva.