LA CIENCIA RESPONDE

Esta es la clave para comunicarte con tu gato y que te entienda

Los gatos no son sumisos como los perros y por eso domesticarlos y recibir una respuesta es mucho más difícil. Aun así, esto no quiere decir que tu gato no te tenga interés en ti, igual es que todavía no habéis conseguido una comunicación satisfactoria.

Un gato
Un gato | Pexels

Europa FM

Madrid07/09/2021 07:04

Tienen el estigma de ser ariscos, pero los gatos pueden ser tan cariñosos como otros animales más dependientes. Eso sí, su lenguaje no es el mismo que el de los perros y su manera de comunicarse es radicalmente distinta. Mientras que un perro se tira a tus brazos para reclamar atención, un gato maúlla y se mueve entre tus piernas hasta que consigue lo que necesite.

La sabiduría popular ha respondido algunas preguntas sobre la comunicación entre humanos y gatos, pero la ciencia ha logrado obtener la clave para que esta sea eficiente. Es decir, que entienda lo que le quieres transmitir: seguridad, cariño y confianza.

Gato tumbado
Gato tumbado

El parpadeo es la clave de la comunicación

Según una investigación de las universidades de Portsmouth y Sussex y publicada en la revista Scientific Reports, los gatos son significativamente más receptivos a los humanos que imitan expresiones faciales felinas al entrecerrar los ojos, un gesto también conocido como "la secuencia de parpadeo lento".

Esto quiere decir que los gatos establecen conexiones de confianza con los humanos que realizan un parpadeo suave, algo que imita a sus propias expresiones faciales.

El primer experimento del estudio mostró que los gatos eran mucho más propensos a parpadear y entrecerrar los ojos en respuesta a la "secuencia de parpadeo lento" de sus dueños, lo que implica que habían participado en algún tipo de conversación entre ellos.

Mientras, en el segundo análisis, en el que un investigador neutral —no el propietario— proporcionó una "secuencia de parpadeo lento", los gatos prefirieron acercarse al humano solo después de completar la secuencia.

Además, la investigación concluyó que los gatos eran menos propensos a acercarse a los humanos con expresiones neutrales.