VULNERACIÓN DEL DERECHO A LA INTIMIDAD

El motivo por el que no debes compartir fotos de tus hijos en las redes sociales

Seguro que conoces a alguien que no deja de subir fotos de sus hijos a las redes sociales. Pero esta felicidad por mostrar a los más peques de la casa también tiene su parte negativa más allá del "dónde pueden acabar esas fotos", estamos vulnerando el derecho a la intimidad del menor.

Una mujer haciéndose un selfie con su bebé
Una mujer haciéndose un selfie con su bebé // Agencias

Europa FM

Barcelona 29/11/2017 09:55

Son la alegría de la casa y no podemos evitar inmortalizarlos para enseñarselos al resto de nuestra familia y amigos. Pero, ¿es necesario publicar imágenes de nuestros hijos, sobrinos o menores en general en las redes sociales?

Seguro que tienes más de un conocido que le encanta llenar Facebook e Instagram de fotos de sus hijos, pero esto puede tener consecuencias muy negativas para el menor. Más allá de en qué manos puedan caer estas fotos al circular libremente por la red, otro problema que no nos planteamos tan a menudo es si el menor quiere que sus primeros años de vida estén expuestos en Internet.

Aunque no lo hacemos premeditadamente, estamos vulnerando el derecho a la intimidad del menor. Un derecho que en nuestro país está protegido por la Ley de Derechos y Oportunidades de la Infancia la Adolescencia de Cataluña, la Ley española de Protección del Menor, el Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea y la Convención de Derechos de los Niños.

Como las redes sociales no tienen tantos años de vida, todavía no sabemos cómo reaccionarán con los años estos bebés que ahora inundan las publicaciones de sus padres. Pero ya existen dos casos de hijos que han denunciado a sus padres por publicar imágenes de ellos cuando eran pequeños.

Carinthia, una joven austriaca de 18 años, denunció a sus padres en 2016 por publicar más de 500 fotos suyas en Facebook sin su consentimiento. También en 2016 Darren Randall, un adolescente canadiense de 13 años, demandó a sus padres por publicar imágenes de él que, según su criterio, "arruinan su reputación".

Y es que lo que a nosotros nos puede parecer gracioso, puede que para el menor sea prácticamente un trauma verse en según que situaciones en las redes sociales.