HIT & KILL

¿Por qué en China los conductores rematan a los peatones que atropellan?

Han sido varios los vídeos procedentes de China donde un conductor atropella reiteradamente a la misma víctima para acabar con su vida. La razón es tan sencilla como macabra: si el atropellado sobrevive, el responsable debe acarrear con los gastos de por vida, mientras que si muere sólo se enfrenta a una multa. Así lo relata Geoffrey Sant en Slate.

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Imagen no disponible // Atresmedia

Europa FM

Barcelona 09/09/2015 19:17

Por encima de la ética está el dinero, y por encima del dinero... está la República. Lo que en España se conoce como Deber de Socorro, cuya omisión es delito, en China algunos conductores no sólo lo evitan sino que llegan a límites extremos. Zhao Xiao Cheng atropelló en Taizhou a su víctima de 64 años hasta en cinco ocasiones. En 2010 un niño murió atropellado en Xinyi después de que el conductor pasara sobre el niño tres veces. ¿Por qué prefieren rematar a sus víctimas, con premeditación, antes que dejarlas heridas?

La respuesta es la siguiente: en China cuando un conductor atropella y la víctima sobrevive, la legislación le hace responsable de los gastos médicos de la víctima de por vida, lo que representa una pensión de millones de yenes (un ejemplo es el atropellado que recibió 358.000 euros en 23 años). En cambio, si la víctima muere, se le impone una multa que oscila entre los 26.000 y los 44.000 euros. La diferencia es sustancial.

Los conductores alegan que la muerte fue accidental, y según el medio Slate, la corrupción hace que sea relativamente sencillo sobornar a la policía para que todo acabe en una multa, aunque existan testigos y cámaras que demuestren lo contrario. Ya ocurrió en Sichuan, cuando un niño fue atropellado por un camión de gran tonelaje. El niño logró levantarse aturdido aunque ileso, pero acabó aplastado por las ruedas del camión cuando su conductor dio marcha atrás. Los policías negaron la conducta del responsable y los hechos, a pesar de los testimonios y las instantáneas que retrataban el atropello.

También se dan curiosos casos de transeúntes que simulan ser atropellados para poder cobrar la indemnización, aunque a veces no quieran saber nada del tema cuando su picaresca es descubierta por la cámara de un smartphone (segundo vídeo de esta página). O casos más serios como el de Yao Jiaxin, que atropelló a una ciclista y volvió a rematarla con un cuchillo; fue detenido y ejecutado. O más rebuscado todavía: conductora de un BMW que atropella repetidamente a un niño de dos años, que seguidamente baja de su coche para ofrecer dinero a la familia si decían que había sido su marido.

A pesar de que Taiwan ha reformado su Código Civil para aceptar denuncias de los familiares en representación de sus allegados fallecidos y en China han aprobado una ley para considerar el atropello múltiple como asesinato, siguen llegando casos de conductores que alegan un descuido, un accidente fortuito o que confunden a sus víctimas con objetos inanimados. La justicia mira para otro lado y el homicida consigue reducir las penas de su sentencia.