Rauw Alejandro convierte el Movistar Arena en el Broadway más fogoso en su tercer concierto en Madrid
Rauw Alejandro cierra sus shows en la capital con un espectáculo cabaretero, de reguetón y sensualidad excesiva, con un protagonista muy solvente en baile, show y en darle a sus fans lo que quieren.
Rauw Alejandro invade la noche de Madrid con un concierto lleno de mafia, pasión y ritmo

Pese a que esté en plena Cosa Nuestra tour, sorprendentemente Rauw Alejandro no ha dado tanto de qué hablar en exceso con el show con el que se está recorriendo el mundo. Alguna crítica muy positiva, algún que otro vídeo viral en redes sociales poco revelador, pero nada que represente la magnitud del espectáculo que el puertorriqueño está protagonizando en su gira.
Y es que después de haber presenciado su tercera noche en el Movistar Arena de Madrid el 7 de julio, Rauw Alejandro demuestra ser un gran showman con la fogosidad como su mayor arma. El show es muchas cosas a la vez, pasando por teatro musical, show de cabaret, un rodaje en directo... Todo ello creando un concepto muy trabajado y distintivo, en el que el artista mezcla sus raíces latinas con lo mejor del entretenimiento estadounidense.
Con un maestro de ceremonias que animaba desde la grada a cada rato mientras entraban los espectadores, lo cabaretero se sentía desde antes del comienzo del show. Tanto es así que la gran parte de las asistentes han ido de punta en blanco a la cita, vestidas siguiendo la estética flapper de los años 20 y del propio álbum Cosa nuestra. Una vez dentro el programa de 'la obra' se podía consultar, entrando ya en la experiencia inmersiva.
Por supuesto, el gran telón que cerraba el escenario por tres lados ya vaticinaba lo que estaba por llegar, por eso cuando ha subido lo que se ha visto tras él han sido dos horas y media de puro entretenimiento tórrido.
Acto I
La historia teatral sigue a un puertorriqueño que emigra a Estados Unidos en los años 60, y para sobrevivir acaba siendo parte de la vida delictiva del país. Por supuesto, la estética gánster ha inundado los primeros visuales del concierto, y con mucha teatralidad, Rauw Alejandro ha irrumpido en el escenario con un traje oversizey un sombrero, con un gran grupo de bailarines y la banda a los dos lados del escenario.
Así, ha arrancado con Punto 40, y casi al mismo volumen los casi 15.000 espectadores han demostrado que se sabían de memoria la letra. Peleas, fuegos artificiales que simulaban tiros de pistola y mucho juego de luces han metido en materia al último rezagado. Así, han sonado canciones como Il Capo y PANTIES Y BRASIERES.
"¡Tercera y última función en Madrid!", ha saludado el puertorriqueño. La magia se ha roto cuando Rauw Alejandro ha sacado a pasear la zalamería y se ha dado un baño de masas femenino, asegurando que son ellas las que "siempre mandan".
La presentación ha dado paso a una narrativa similar a la de West Side Story, mezclando la escena sobre el escenario y la de las pantallas. Con una escenografía de bar cabaretero, Rauw ha hecho gritar a un público mayoritariamente femenino con Déjame entrar, Santa y Mil mujeres.
Sin parar ni un segundo, el escenario se ha convertido en una coctelería, donde el protagonista ha ido forjando su historia de amor mezclando las escenas teatrales con el maestro de ceremonias interviniendo. El show ha dado paso a Tatto, Fantasía y El efecto en forma de mash up. Tras despedirse de su cita con su amor, Deseperados ha hecho seguir perreando hasta el suelo.
Acto II
Una bajada del telón y nueva animación del maestro de ceremonias ha dado paso al segundo acto, en el que el peligro acechaba, y para combatirlo qué mejor manera que con unos tirantes negros a los gánster y con canciones como Revolú y Committed. Después de un discurso erótico sexual excesivamente largo y explícito, el artista —con el ambiente de lo más caldeado— ha dado una miniclase de bachata.
Y el Movistar Arena ha sido inundado por una escena cinematográfica sobre un coche descapotable a ritmo La Old skul y NO ME SUELTES, recreando la versión moderna de Romeo y Julieta. Así, el escenario se ha convertido en una sala de juegos a ritmo de la esperada Todo de ti, sin que Rauw Alejandro ni su equipo dejaran de bailar.
Lo romántico ha llegado con percusión en directo al son de Carita linda y un paseo por Puerto Rico con sus colores y sus bailes, pero también con su noche a ritmo de Amar de nuevo.
Acto III
La fogosidad se ha adueñado del maestro de ceremonia para dar paso al nuevo acto, con más sensualidad explícita con un Rauw Alejandro sin camiseta. El acto ha ido alrededor del sexo, con coreografías tórridas sobre la cama, el ambiente inundado del color rojo y canciones como 2/Catorce ySexo virtual, con un descanso para sacar a Clarent de sorpresa y cantar a dúo Forni.
La narrativa ha continuado con DILUVIO con un público enloquecido, el mismo que ha gritado de tristeza cuando la mujer ha abandonado al cantante en la cama. Un puertorriqueño despechado ha cantado entonces Khé?, Pensándote y Se fue.
El Movistar Arena pronto ha vuelto a bailar y saltar a ritmo de BABY HELLO, pero pronto los demonios se han apoderado del cantante con Ni me conozco de banda sonora.
Acto IV
El maestro de ceremonias ha hecho entrar en materia al público para la recta final, que ha comenzado con afrobeat y un Rauw Alejandro enfundado en un elegante traje blanco, que ha cogido el pie de micrófono para cantar y bailar salsa al son de Cosa Nuestra, Aguanilé y Tú con él.
Y es que el baile ha sido el protagonista de este último acto, donde Rauw Alejandro, sin cansarse aparentemente, se ha movido como pocos saben, interpretando temas como Espresso Martini, Lluvia con nieve y Baja Pa' Acá.
Pero o todo podía ser alegría: en el escenario del Movistar Arena ha comenzado una pelea para continuar con la historia de amor imposible, y como resurgido de las cenizas el puertorriqueño ha aparecido en descapotable otra vez para interpretar a pleno pulmón Qué pasaría... Así, ha empezado la recta final con canciones como LOKERA, con el segundo invitado de la noche: Lyanno.
2:12 AM y Desenfocao' han puesto el Movistar Arena de Madrid patas arriba y han puesto un final a una historia con final inesperado. Como no podía ser de otra manera, Rauw Alejandro se ha despedido a lo grande con todos los recursos posibles de estas tres noches en la la capital, haciendo mención especial a todo un equipo que ha hecho el show posible.
El concierto de Rauw Alejandro va más allá de un simple show, y tiene detrás un concepto muy ambicioso que encandila tanto a sus fans más acérrimos como al resto de espectadores y que pocas veces se ve en un artista masculino. Eso sí, el sonido la tercera noche del artista en el Movistar Arena no ha sido el mejor, y el cantante continúa haciendo demasiado el protagonista al sexo. Por lo demás —y sin tener en cuenta demasiado los gustos personales— el espectáculo tan completo de Rauw Alejandro se merece un sobresaliente.