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¿Tener sexo o hacer el amor? Estas son las 5 diferencias

Prácticamente todo el mundo tiene claro que tener sexo y hacer el amor no es lo mismo. Puede que la línea que separa una cosa de otra sea un poco ambigüa, pero hay cinco premisas que pueden ayudarte a distinguir entre las dos prácticas.

Una pareja se besa en el coche
Una pareja se besa en el coche // Agencias

Europa FM

Madrid 11/10/2017 22:36

1. La motivación es diferente

Cuando tenemos un encuentro exclusivamente sexual, el principal objetivo (por no decir el único) es llegar al orgasmo. Sin embargo, cuando haces el amor con una persona, no hay prisas. Te tomas todo el tiempo del mundo en explorar su cuerpo, acariciarlo, besarlo... porque estáis compartiendo una conexión de lo más íntima.

2. La comunicación cambia

Vale, tranquilos. Esto no significa que mientras hacéis el amor no podáis digaros cosas "calientes", pero la manera en la que te diriges a la otra persona es diferente. Cuando haces el amor con alguien a quien quieres no puedes evitar expresar tus sentimientos, mientras que con alguien con quien solo mantienes sexo puede que no tengas confianza. Simplemente, cuando haces el amor, las palabras son más emocionales.

3. Cuando haces el amor eres más vulnerable

Eres más vulnerable porque te entregas plenamente a la otra persona. Más que tu placer, buscas el suyo. ¿No has notado que después de hacer el amor con tu pareja estás más sensible y buscas cariño y palabras bonitas? Pues a eso nos referimos.

4. Tu personalidad se mantiene cuando haces el amor

Los juegos de rol en el sexo están a la orden del día. Cuando tienes sexo es más fácil que "te conviertas en otra persona", es decir, que cambies tus hábitos o tu forma de expresarte para conseguir llegar al orgasmo. Sin embargo, cuando haces el amor, buscar mantener esa conexión especial y muestras sin pudor tu personalidad real, sin teatros ni artificios. Eres natural.

5. La presencia es distinta

Puede que cuando tienes sexo, es decir, cuando lo único que buscas es llegar al orgasmo, tu mente se deje llevar y piense en cosas que no tienen relevancia en ese momento, como la compra en el súper o la película que viste anoche. Sin embargo, cuando haces el amor, prestas total atención a cada caricia, cada susurro... Y claro, tu atención plena no se la das a cualquiera.