Laura Escanes acostumbra a mantener a sus seguidores al tanto de los progresos de su embarazo y, cuando puede, presume de tripita. La joven suele contestar a las preguntas de sus seguidores, y hasta ha confesado que tiene obsesión con acariciarse la barriguita siempre que puede.

Sin embargo, en una de las últimas publicaciones, la joven ha relatado el pequeño susto que ha vivido durante una tarde de turismo por la capital madrileña. Escanes y Mejide visitaron el Templo de Debod y el cambio de temperatura del exterior al interior provocó que la modelo sufriese un pequeño desvanecimiento. Además, aprovechó la publicación donde lo contaba para agradecer la ayuda de las dos chicas que se acercaron a ayudarla.

"Hemos ido al templo de Debod y entre que fuera hace frío y dentro del templo tienen la calefacción a tope... me ha dado un mareo que he tenido que salir y tumbarme. Todo esto es para darle las gracias a Laura. Me ha dado una botella de agua y galletas al verme tumbada. No sé si leerá esto pero cosas así me devuelven la fe e el ser humano. Y gracias también a otra mujer que se ha acercado a preguntar y ofrecerme a galletas para que estuviera mejor!", escribió.

"Lo que no me pasó en Egipyo más de 50 grados me tiene que pasar en el templo de Debod con la calefacción", reflexionó, intentando sacarle un poco de hierro al asunto. Por suerte, todo quedó en un susto y Escanes pudo recuperarse.

Cada vez queda menos para la llegada de Roma, su primera hija junto a Risto Mejide, y la pareja ya ha comenzado a poner su casa a punto para el nacimiento. La influencer ha tenido que renunciar a uno de sus caprichos para que la pequeña tenga el espacio suficiente en casa. "Mi vestidor desaparece", decía en un storie de Instagram.