NUEVO DOCUMENTAL

Esta fue la verdadera razón por la que Britney Spears se rapó la cabeza en 2007

Un documental británico arroja nuevos testimonios sobre la noche de 2007 en la que Britney Spears, en medio de una crisis emocional y rodeada de fotógrafos, se rapó el pelo al cero con una maquinilla de afeitar.

Britney Spears en los Premios MTV en 2007
Britney Spears en los Premios MTV en 2007 // GTRES

Madrid 06/11/2019 11:06

Acaparó cientos de portadas y titulares, y fue uno de los sucesos que hizo que la opinión pública catalogase a la cantante de 'desequilibrada'.

La imagen de Britney Spears entrando a una peluquería de Hollywood y rapándose la cabeza ella misma con una maquinilla de afeitar recorrió medio mundo, y a día de hoy todavía se desconocen los motivos que llevaron a la princesa del pop a quedarse calva por decisión propia.

Sin embargo, en estos más de 10 años, el contexto ha cambiado considerablemente. A día de hoy existe una mayor sensibilidad respecto a las enfermedades mentales, y si Britney se hubiese rapado la cabeza en 2019, probablemente nos pararíamos a pensar qué la ha llevado a hacer tal cosa, antes de juzgarla a golpe de titular.

12 años después de aquella noche, el documental británico 'Britney Spears: Breaking Point' recoge nuevos testimonios. Entre ellos el de la tatuadora Emily Wynne-Hughes, responsable de la tienda donde Britney se refugió de los fotógrafos después de raparse el pelo.

"No estaba segura de qué estaba ocurriendo ahí fuera. Parecía como si hubiera una revuelta callejera. Y de repente, la puerta se abrió lentamente y entró ella", recuerda la joven.

"Me di cuenta enseguida de que Britney no tenía pelo. Le pregunté por qué se había rapado, y su respuesta fue un poco rara", continúa. "Simplemente no quiero que la gente me toque el pelo. No quiero que nadie toque mi pelo. Estoy cansada de que todo el mundo lo haga", contestó Britney.

Una respuesta que deja entrever que la cantante estaba harta de que manejasen su carrera y su vida. Desde que lanzó 'Baby One More Time' en el 98, la industria se encargó de construir la princesa del pop perfecta, pero una princesa del pop infeliz.