“No rodaré más escenas de sexo dirigidas por hombres”: Keira Knightley confiesa cómo se siente en esos momentos ante la cámara
Keira Knightley lo tiene claro. La incomodidad que siente al rodar escenas de sexo bajo la "atenta mirada masculina" la han hecho tomar la decisión de no volver a rodar una escena de ese tipo si el director de la película es un hombre.
Keira Knightley fue una de las muchas actrices que se sumó al movimiento #MeToo, denunciando públicamente el trato a la mujer por parte de la industria cinematográfica.
La actriz de 35 años, que llegó a confesar que había sufrido acoso sexual en el trabajo, ahora ha tomado una nueva determinación sobre las escenas de sexo en los rodajes.
"No rodaré más escenas de sexo dirigidas por hombres […] No quiero hacer esas escenas de sexo horribles en las que estás cubierta de grasa y todos gruñen. No me interesa hacer eso" ha explicado en una entrevista con la directora Lulu Wang, y con la guionista y productora Diane Solway para el podcast 'Chanel Connects' del periódico The Guardian.
El motivo no es otro que la incomodidad que siente al interpretar ese tipo de escenas bajo la "atenta mirada de un hombre".
“Hay veces en las que pienso: "Sí, veo totalmente esta escena de sexo en esta película y tú básicamente necesitas a alguien que esté bueno. Por eso, puedes usar a otra persona, porque soy demasiado vanidosa, este cuerpo ha tenido dos hijos y simplemente prefiero no estar desnuda delante de un grupo de hombres" explicaba.
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SU ENSAYO SOBRE SER MUJER
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No es la primera vez que Keira denuncia este tipo de situaciones. En 2018, la actriz recibió muchas críticas al denunciar en un ensayo la forma en la que la mujer era tratada en el cine por la industria. "Me dicen qué es ser una mujer. Ser amable, ser comprensiva, ser guapa pero no demasiado guapa, ser delgada pero no demasiado delgada, ser sexy pero no demasiado sexy, ser exitosa pero no demasiado exitosa" explicaba.
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"No quiero flirtear con ellos ni mimarlos. No quiero flirtear con vosotros porque no quiero acostarme con vosotros, y no quiero mimaros porque no soy vuestra madre […] Solo quiero trabajar, chicos, ¿está bien? Hablar y ser escuchada, que hablen conmigo y escuchar. Ego masculino, para de interponerte en el camino" finalizaba en su escrito.
Algo que le costó la crítica de muchas personalidades de la industria del cine – la mayoría masculina – y el apoyo de muchas de sus compañeras de profesión que, gracias a ella, comenzaron también a denunciar este tipo de situaciones públicamente.