Diego Arroyo tira de experiencia personal para cantar a la "meritocracia del CEO"
El artista Diego Arroyo ha vuelto con su sección habitual en la que, esta vez, tira de recuerdos propios con un joven, hijo de altos ejecutivos, para cantar cómo se produce el pseudoviaje del héroe de los CEO y fundadores de start-ups.

Diego Arroyo, como buen artista, nutre sus letras de experiencias personales y esta vez recuerda a un joven al que dio clases particulares cuando ejercía de profesor de apoyo. "Sus padres se gastaron 600 euros en clases particulares", ha recordado sobre el hijo de dos altos ejecutivos que tenía que recuperar siete asignaturas de cara a selectividad.
Una tarea ardua que implicó sacar, literalmente, al chico de la piscina durante todo el verano y recomendar el traslado de los apuntes durante sus vacaciones en Marbella, algo que evidentemente no ocurrió, y menos estando de vacaciones en un barco, aunque como ha recordado, la asistenta interna de la familia, Graciela, destacó que "el señorito lo pasó genial".
"Diego, eres muy buen tío, pero deja de darme la chapa, ya me han admitido en la Business School", llegó a asegurar este joven, que finalmente montó una start-up, la arruinó y actualmente ejerce como alto ejecutivo en una empresa en la que el mismo Diego Arroyo ha trabajado como arquitecto. "La meritocracia era esto", ha admitido el cantante.