Los Rolling Stones cautivan al público de Madrid

Más de 50.000 personas abarrotaron anoche el Santiago Bernabéu para ver, muchos por primera vez y todos quizás por última, al grupo de rock más grande y mítico que queda en pie. Los inmortales Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts repasaron en 19 canciones algunos de los mayores éxitos de su carrera. Los Rolling Stones emocionaron a un público entregado, que desde los primeros riffs de Jumping Jack Flash hasta la apoteosis de (I Can't Get No) Satisfaction, vivió dos horas que nunca podrá olvidar.

Juan Ceñal (Antena 3)

Madrid 26/06/2014 07:05

Ésta era la octava gira de los Rolling Stones que pisaba nuestro país, la última visita fue en 2007 tras la famosa caida de Keith Richards de un cocotero. La gente tenía ganas de sus Satánicas Majestades y las entradas para el único concierto en el Santiago Bernabéu se agotaron en pocas horas, nadie quería perderse una de las últimas oportunidades de poder verles en directo, no sabemos cuanta cuerda les queda a estos incombustibles rockeros de más de setenta años.

El Santiago Bernabéu había colgado el cartel de no hay billetes y 54.000 personas llenaban hasta la bandera el recinto para ver a los Rolling Stones. Un concierto que el grupo británico decidió empezar con la fuerza de los acordes de Jumpin Jack Flash, poniendo en pie desde el minuto uno a un público que estaba entregado. "Es genial estar aquí otra vez, tocando en este fantástico y hermoso estadio", decía Mick Jagger antes de arrancarse con You Got My Rockin, segunda de la noche. En los primeros compases del concierto tocaron algunas de sus canciones más míticas como It's Only Rock 'n' Roll (But I Like It), Tumbling Dice y la inesperada Angie, sin duda la más emotiva de la noche.

Mick Jagger hechizando al públicoMick Jagger hechizando al público | Foto: EFE

Sorpresa grande también cuando por primera vez desde 2003 el grupo tocó Like A Rolling Stone, la canción había sido elegida por los fans de Madrid de entre una oferta de seis propuesta por el grupo. La gente la cantó como loca y todos nos quedamos con la boca abierta al ver lo bien que sonaba la armónica de Mick Jagger.

Tras Honky Tonk Woman, el cantante presentó a todos los músicos presentes en el escenario, reservándose a Keith Richards para el final. Éste tuvo un momento para lucirse a los micrófonos cantando primero You got the silver y después la más rockera Can't be seen. Un Keith que padece desde hace tiempo artritis, lo que le ha obligado a cambiar su técnica a la hora de tocar la guitarra, pero que hacía sonar su instrumento con la máxima pegada y potencia.

Keith Richards, Ron Wood y Charlie WattsKeith Richards, Ron Wood y Charlie Watts | Foto: EFE

El invitado de la noche, como en toda la gira, fue el guitarrista Mick Taylor para interpretar Midnight Rambler. Tres guitarras, Richards, Wood y Taylor para una trepidante versión de casi diez minutos de este clásico de la etapa sesentera del grupo.

El concierto fue subiendo en las últimas cinco canciones, donde la comunión del público con Mick Jagger se hizó patente. Todos corearon Miss You y Gimme Shelter, todos saltaron y se volvieron locos con Start me up y todos cantaron 'uh uh' durante toda la interpretación de Simpathy For The Devil. La energía que tienen estos viejos rockeros, sobre todo Mick Jagger que no paraba de bailar y moverse por todo el escenario, es quizás lo que más impresionó a los presentes, que empezaban a pensar que sus Satánicas Majestades eran inmortales.

Mick Jagger durante el conciertoMick Jagger durante el concierto | Foto: EFE

Tras el obligado parón llegaron You can't always get what you want, acompañada del coro de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) y con el mejor solo guitarrero de Ronnie Wood. Y como colofón final la esperada (I can't get no) Satisfaction con un público que sabía que el concierto estaba terminando y quería más.

Muchos podrán decir hoy eso de "Ya he visto a los Rolling, ya me puedo morir tranquilo", muchos estarán todavía tarareando las canciones, saboreando cada recuerdo de un concierto que nunca olvidarán. Muchos se preguntarán hoy como los Rolling Stones pueden ser tan míticos y tener toda esa energía después de tantos años. Está claro: son sus Satánicas Majestades, los reyes del rock and roll y son inmortales.