Dellafuente marca el hito en directo más importante de su carrera antes de despedirse
Dellafuente ha congregado a más de 70.000 fans en el estadio Metropolitano de Madrid para dar un poderoso concierto en el que no han faltado las canciones de su último disco, Tori Yaama, y sus grandes clásicos a modo de recopilatorio previo al parón en su carrera que ha anunciado antes de su despedida.
El estadio Metropolitano de Madrid se ha convertido durante dos horas en un templo nazarí de la época andalusí de Granada. El motivo no ha sido otro que el concierto de Dellafuente, el rapero que ha tomado la capital para consagrarse como uno de los artistas más relevantes, no solo de la escena urbana, sino de todo el panorama musical español.
El chino, el sobrenombre que ha acompañado a Pablo Enoc Bayo Ruiz toda su vida, ha desembarcado en Madrid sobre un escenario que ha trasladado a sus más 70.000 fans al Patio de los Leones de Alhambra, gracias a las fuentes y grabados que bien podrían lucir en el inmueble Patrimonio de la Humanidad.
Un palacio que ha latido, literalmente, junto a los chorros del palacio para comienzo a un show en el que Dellafuente ha decidido entrar con Bailaora, totalmente respaldado por su equipo de bailarines y con un semblante que aún parecía guardar sorpresa ante la que había liado en su gran noche madrileña.
Un coro constante que ha acompañado al cantante durante las más de dos horas de concierto en las que ha interpretado tanto las canciones de su último disco, Tori Yaama, como grandes los grandes clásicos que le llevan acompañando durante los más de diez años de carrera musical que lleva el artista. Una trayectoria en la que ha sabido transitar del sonido más urbano del trap, pasando por el flamenco de su tierra e, incluso, a atreverse con ritmos latinos como la bachata o el reguetón.
Durante el show, Dellafuente se ha visto acompañado de sus compañeros de profesión más cercanos como Judeline, Lia Kai, Rels B, Amore, Morad, RVFV o su paisanos Pepe y Vizio, generando algunos de los momentos más emotivos de la noche mientras su fundía en cálidos abrazos con ellos. Al igual que con estas colaboraciones vocales, Dellafuente ha querido hacer gala de la versatilidad de su música combinando tramos durante el directo en los que se ha visto acompañado por una banda de rock, en solitario junto a un piano o convirtiendo el concierto en una sesión techno de la mano del dj Antonio Narváez.
Si la emotividad puede ser una de las marcas características de las letras del granadino, ha alcanzado un nivel superlativo cuando, antes de cerrar el show con Consentía, la canción con la que alcanzó la cima del género urbano de la que no se ha bajado en 2015, hacía saber a sus seguidores que estos espectáculos en estadios resultaban "una despedida de una etapa de mi vida". "Soy una persona totalmente diferente de la que empezó hace más de 10 años", ha explicado el un Dellafuente visiblemente emocionado, añadiendo que en este momento necesita "descansar y asimilar todo esto que está ocurriendo".