Los nuevos radares de la DGT se llaman 'Veloláser' y llevan instalados en nuestras carreteras desde el año pasado. Son portátiles y más fáciles de ocultar, además de instalarse en solo 5 minutos.
Uno de las novedades de estos radares es que son inalámbricos: pueden funcionar de manera autónoma durante 5 horas. Los agentes reciben la información en su tablet, así que pueden estar a kilómetros de distancia. En total, hay 150 instalados por toda España.
Sin embargo, a pesar de que con estas características su efectividad estaría casi garantizada, la plataforma colaborativa de conductores SocialDrive ha detectado algunas anomalías:
1. Su funcionamiento es limitado: no funcionan ni con lluvia ni con una temperatura de más de 30 grados. Los veloláser están pensados para trabajar de noche.
2. Cada 1 hora y 10 minutos los cambian de posición
3. Se utilizan sobretodo entre las 08:00h y las 13:00h, y casi siempre suelen estar sobre un trípode
4. Su precisión es muy alta, pero solo en el 75% de los casos (3 de cada 4 coches)
5. Tienen un margen de error del 5%. Serán un 2% menos permisivos