EN MADRID

Amaia eriza la piel en la calurosa primera jornada del Tomavistas

La cantante de Pamplona hizo lo que mejor se le da —cantar y emocionar— sobre el escenario y bajo la luz de la luna con un show multiinstrumental en la primera jornada del Tomavistas, donde también brillaron Judeline y Barry B.

Amaia eriza la piel en la calurosa primera jornada del Tomavistas
Amaia eriza la piel en la calurosa primera jornada del Tomavistas | Europa FM

Madrid30/05/2025 14:23

Madrid le dio la bienvenida al verano antes de tiempo y también al Tomavistas, que en su novena edición cambió el Parque Tierno Galván por el asfalto ardiente de la Caja Mágica. El público llegó con agua en la mochila y abanicos en mano, buscando refugio en cada sombra que aparecía, aunque fuera mínima. Mientras cada uno se iba acomodando y los primeros acordes empezaban a sonar, el famoso camión de Amaia se convertía en objeto de fotos.

Barry B abrió fuego en el escenario principal y lo hizo como si llevara toda la vida tocando allí. El artista burgalés, cada vez más en sintonía con el rock crudo y energético, ofreció un directo más corto que su setlist habitual pero lleno de giros inesperados. Aunque temas como ROOKIES no pueden faltar, fue con piezas como SWISH o Soleá donde se notó el trabajo de reinvención: ambas sonaron con una fuerza y un enfoque muy distintos a sus versiones de estudio. Pero el núcleo emocional del concierto sigue estando en Infancia Mal Calibrada, Todo ese Dolor, El efímero arte de perdonar y, por supuesto, el hit Yo pensaba que me había tocado Dios. Aunque no estuvo solo. Gara Durán le arropó para cantar la más íntima y emocional, la balada de duelo El lago de mi pena.

Barry B en el Tomavistas
Barry B en el Tomavistas | Europa FM

En contraste, el universo de pablopablo se desplegó en el escenario cubierto con una calma tan buscada como agradecida... Pero con el peligro de resultar soporífera. Con una formación sencilla —guitarra, batería, teclado y saxo— Pablo Drexler invitaba a escuchar las canciones bellas y frágiles como De Vez En Cuando o Todavía, que siguieron a una de las más coreadas de su set, la robótica y dulce Otra Vida.A pesar de que su reciente disco Canciones en Mí no se ha asentado todavía en la conciencia de muchos, Dónde Estás! y De Ti fueron muy bien recibidas. Sobre todo la última, la colaboración con Amaia, que hizo soñar con la aparición sorpresa de la artista, que tocaba dos horas y media después. El tramo final fue un derroche de hits: Sidekick, Vida Nueva y Mi Culpa, para luego ponerle la guinda a un pastel muy dulce con Ralphie Choo, que le aportó el toque ácido, ya que fue vestido como si acabara de salir de un chiringuito de playa.

pablopablo en el Tomavistas
pablopablo en el Tomavistas | Europa FM

Del recogimiento pasamos al desenfreno con Jimena Amarillo. Ya no hay violín ni banda, solo ella, su micro y un par de bailarinas que no dejan que el ritmo decaiga. Con un casco de papel maché sacado de ANGÉLIKA como elemento escénico estrella, arrancó con Flow deskiciada y se entregó a un show lleno de humor, autotune y movimientos calculadamente caóticos. Uno de los momentos más aplaudidos fue cuando criticó a la prensa por reducirla a una etiqueta: "Estoy harta de que me pregunten si hago música para lesbianas. Hago música para todo el mundo. ¡Si esto está lleno de calvos!".

Judeline tenía todos los focos puestos en ella. Era su regreso a un escenario español tras girar por Estados Unidos. Llegó con presencia escénica, estilazo, pelazo y un equipo artístico entregado. Su propuesta, tan etérea y atmosférica, es arriesgada en espacios de gran formato, pero termina funcionando gracias momentos como 2+1 o Mangata, que sí consiguieron romper la barrera, con una producción que creció y se desmelenó en directo. Fue con zarcillos de plata cuando de verdad conectó, al tocar ella misma la guitarra y dejar que su voz flotara como si nos llevara a otra dimensión. Es una canción que emociona más cara a cara que a través de auriculares.

Judeline en el Tomavistas
Judeline en el Tomavistas | Europa FM

Y entonces, por fin, Amaia. El reencuentro con Tomavistas, cinco años después del intento frustrado por la pandemia, tuvo lugar bajo las estrellas. La cantante apareció con un conjunto lleno de destellos, como salida de un cuento, y comenzó una actuación que fue pura magia. Antes de cantar Despedida, dejó una frase que se quedó flotando: "Viva la muerte, viva la vida y viva nosotros".

Hay conciertos que hacen que uno piense en la finitud de las cosas, y este fue uno de ellos. Durante Ya Está, el recinto entero pareció enmudecer en un trance compartido. Con Yamaguchi, los pensamientos se volcaron hacia la identidad, las raíces, lo que fuimos y lo que somos. Pero Amaia no se queda solo en lo profundo. También hay ternura en los pequeños detalles, como cuando hizo mirar la luna público y dijo que "parece una uñita". Con temas como M.A.P.S., El Encuentro, Quedará En Nuestra Mente o Tengo Un Pensamiento, su repertorio ya tiene el peso de los clásicos. Y verla interpretarlos en vivo es siempre un regalo.