El domingo todas las miradas se centraron en quién era el joven que acompaña a Miley Cyrus en la gala de los Video Music Awards de la cadena MTV. El chico resultó ser Jesse Helt, un indigente de Los Ángeles que aceptó con un discurso muy emotivo el premio a video del año por Wrecking Ball en lugar de Miley. De piedra se quedó la polícia de Oregon, de donde es originario Jesse, tras verle ya que sobre él pesa una orden de arresto por violar la libertad condicional, sin duda una decisión poco inteligente.
Los hechos que pesan sobre Jesse se remontan a sus delitos en 2010, cuando fue arrestado tratando de entrar en una apartamento en Oregon. Helt estuvo un mes en la cárcel y salió bajo libertad vigilada. El joven está acusado de, presuntamente, violar su libertad condicional en varias ocasiones, fumar marihuana, no acceder a hacerse las pruebas antidrogas, romper el toque de queda, no realizar sus servicios comunitarios y no comparecer ante su agente de la condicional.
Tras la gala, la vida de Jesse ha dado un giro. Miley Cyrus le ha prometido ayudarle a empezar un nuevo camino y también le ha regalado el 'moon man' ganado la noche del domingo. De momento, le ha pagado un billete para que pueda ver a su madre tres años después, quizá un reencuentro que se vea empañado cuando aparezca la polícia de su ciudad natal a cumplir con la orden de arresto. Nada para pasar desapercibido que exhibirse ante 13,7 millones de personas en todo el mundo.