Judeline habla sin tapujos de la depresión que sufrió: "Pensé en quitarme la vida varias veces y lo intenté"
Judeline atravesó una muy mala adolescencia, en la que sufrió una gran depresión en Caños de Meca, pedanía gaditana donde vivía. Pero todo cambió cuando a los 16 años se fue de España unos meses en los que descubrió que se quería dedicar en alma a la música.
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Con tan solo 22 años, Judeline es una de las artistas más reconocidas actualmente por toda una generación. Y es que pese a que lleva activa en la música tan solo desde 2020, ya ha cumplido grandes hitos en la música, como el haber actuado en el Primavera Sound y, sobre todo en el Coachella.
La artista está en plena gira, y aunque vive un gran momento en su carrera actualmente, tras el lanzamiento de su disco debut Bodhiria, su vida no siempre fue tan sencilla como para triunfar en la música.
Lara Fernández creció en Los Caños de Meca, una pedanía de Barbate (Cádiz) de lo más turística. Y durante su adolescencia se le hizo muy dura su vida allí. De todo ello ha hablado en una entrevista con El País, donde ha confesado cómo ha sido su vida desde los 13 años a la actualidad.
"Pasé una depresión bastante fuerte entonces. Yo sentía que no encajaba en ningún lado. Siempre estaba sola. Me quería ir porque odiaba el colegio, odiaba el sitio. Me hacían bullying, me tuve que cambiar de cole, de ciudad. Como no iba nunca a clase, era un desastre. Tuve una infancia solitaria, complicada. No diría que tuve la vida escolar más divertida del mundo", se ha sincerado la intérprete de Zarcillos de plata.
Sin tapujos, Judeline ha explicado el momento psicológico que afrontó durante años: "Yo estaba muy, muy deprimida. Pensé en quitarme la vida varias veces y lo intenté. Y para mí es loco ahora ver la vida y pensar qué momentos oscuros he pasado y cómo de fuerte se siente la vida hoy, y de bonita".
De Cádiz a Holanda para seguir su sueño
Con el apoyo de su madre, a los 16 años decidió abandonar 4º de la ESO para estar unos meses en el extranjero. Y aquella experiencia le cambió por completo la vida: "En mi pueblo no había nada. En Holanda empecé a conocer a gente. Todos los días tenían una razón de ser. Trabajaba, estaba con los niños, y se me fue mi depresión por fin porque empecé a sentirme útil y sentir que había un propósito en mi vida, que yo quería ser cantante".
Fue en Holanda donde empezó a utilizar el nombre de Judeline. Al volver a España terminó los estudios en el instituto y se mudó a Madrid para estudiar el bachillerato artístico. Pero, allí, su principal objetivo era abrirse puertas para dedicarse a la música. Un sueño mas sencillo de cumplir porque el arte siempre ha estado presente en su casa. "Mi padre me ha inculcado la música desde pequeña y yo siempre he tenido claro que era lo que me gustaba y, sobre todo, lo que se me daba bien. Porque a mí las matemáticas, no", explica la artista.
Aunque han pasado tan solo 5 años, la artista se muestra de lo más orgullosa por su cambio de vida y su madurez. Y actualmente se encuentra en un momento del o más dulce de su carrera, que no para de crecer.