Justin Bieber: "Mis guardaespaldas me tomaban el pulso para comprobar que seguía vivo"

Justin Bieber es el protagonista de la edición de mayo de la revista GQ, donde ha desnudado su alma en un reportaje llamado La redención de Justin Bieber.

Un viaje con perspectiva a su pasado más oscuro, en el que el éxito y la fama le sobrepasó y su alrededor solo se preocupaba de que generase más dinero, en lugar de preocuparse por su salud mental.

Esta ambición perjudicó gravemente al artista, que sentía que consiguiese el hito que consiguiese, necesitaba más: "Había una sensación de anhelo de más. Tenía todo este éxito y era como: 'Todavía estoy triste y todavía tengo dolor".

Una sensación que intentaba apaciguar mediante las drogas, que ha definido como "un agente adormecedor para seguir adelante". Una adicción que lo introdujo en una espiral de autodestrucción hasta el punto que su propio entorno llegó a temer por su vida.

Bieber ha recordado que el momento límite que le hizo ver que estaba el momento más bajo fue cuando sus guardaespaldas entraban en su habitación mientras dormía para comprobar que no había muerto: "Entraban a mi habitación en medio de la noche y me tomaban el pulso para asegurarse de que todavía estaba vivo".

Su primera reflexión pública

Tras un largo proceso de rehabilitación, en 2019 Justin Bieber publicó una extensa carta en redes sociales donde confesaba todo lo que había vivido desde que saltó a la fama siendo tan solo un niño, y como creció en un mundo totalmente alejado de la realidad: "Tenía 18 años, sin ninguna habilidad para relacionarme en el mundo real, pero con millones de dólares para tener acceso a todo lo que quería. Es un concepto bastante terrible para cualquier persona".

En este mismo texto, Justin aseguraba que con 20 años "tomó las peores decisiones que alguien podría imaginar" y rápidamente pasó de ser el chico al que todo el mundo adoraba, a ser objeto de críticas, burlas y polémicas.

Estabilidad junto a Hailey Bieber

Con 27 años, Bieber ha encontrado la estabilidad emocional que tanto estuvo buscando durante los últimos años. En el reportaje para GQ, ha asegurado que su mujer, la modelo Hailey Bieber, ha tenido mucho que ver.

Pero en su acto de sinceridad y de explicar las cosas tal como son, Justin ha confesado que su primer año de matrimoniofue "realmente difícil". El artista habla de "traumas del pasado" que provocaron un gran problema de confianza en la pareja: "Había todas estas cosas que no quieres admitir ante la persona con la que estás, porque da miedo. No querrás asustarlos diciendo: 'Tengo miedo".

Afortunadamente, la pareja ha trabajado en la confianza y en resolver los traumas del artista, logrando una estabilidad que ha hecho que Justin iniciase una etapa mucho más madura y alejada de polémicas.