Santos Solano y la hiperplanificación: "Generamos un plan perfecto y si luego no se cumple, nos frustramos"

¿Te está entrando un tick en el ojo por los problemas para intentar cuadrar las vacaciones con todo el mundo? Atención a las palabras de Santos Solano, que nos habla de la ansiedad por tener todo planificado mucho antes de tiempo. Hay varios motivos que confluyen a la hora de hiperplanificar todo.

"Ha cambiado un poco el funcionamiento de la vida social. Ya no te encuentras a tus amigos en el barrio para tomar un café. Las grandes ciudades necesitan exigen planificación. Ahora vivimos con la presión de vivir experiencias constantemente, y no solo vivirlas, sino contarlo", explica antes de darle significado a la palabra FOMO, que es el miedo o la ansiedad a perderse algo.

Es cierto también que planificar de por si tiene aspectos positivos. "Ayuda a seguir, a priorizar, la cosa es cuando te pasas", cuenta nuestro psicólogo de cabecera. "Lo malo de cuando nos volvemos muy rígidos es que nuestra conducta se vuelve inflexible. Hay veces que generamos un plan perfecto, y luego si no cumple las expectativas, nos frustramos. Esto tiene que ver con la planificación excesiva", revela.

La necesidad de controlar todos los planes y no dejar espacio a la improvisación puede causar desajustes emocionales. "La idea es conectar con el presente, con la propia comida en sí, con la conversación", dice.

No saber perder el tiempo o no saber aburrirse está muy ligado con la hiperproductividad. "La culpa entonces es del capitalismo", resume Eva Soriano, muy acertadamente. "Pues sí", corrobora Santos Solano.