Amaia nos cuenta la traumática separación de sus compañeros de La Oreja de Van Gogh

Amaia reconoce que en este año ha pasado momentos muy duros que la música le ha ayudado a superar. Ahora viaja sola, ligera de equipaje y sin el abrigo de sus antiguos compañeros de formación: "La separación fue la decisión más dura que he tomado en mi vida, fue muy pensada, pero muy difícil, pero sentía que tenía que hacerlo".

Además, la ahora solista, cuenta los motivos que la llevaron a romper con su grupo: "Tenía una inquietud artística que durante once años compartí con ellos, pero sentí que era el momento de transmitir lo que tenía dentro, pero sola".

Y de esa inquietud musical han salido once canciones. Una dedicada a su madre y otra a su padre, recuperándose de una grave enfermedad: "Guitarra en ristre me fui a cantársela para saber que les parecía, y ellos dijeron que preciosa".

También hay homenaje sonoro a sus chicos, sus cuatro ángeles como les llama. Afirma que, pese a los rumores, no hubo demonios en sus separación: "Once años y lo que nos ha pasado se merece mínimamente una canción".

Cuando se le pregunta si teme que sus canciones sigan recordando a La Oreja, es clara: "No, yo he dejado mi sello particular en la Oreja y que sonara a ella no sería nada malo".

Muchas similitudes. Tantas que su disco es un reflejo de La oreja de Amaia. Amaia Montero es el título de su disco, reivindicando individualidad. El próximo martes se publica su primer trabajo en solitario.