UN VÍDEO DESDE EL COCHE

El emocionante mensaje de Sara Carbonero tras recibir el alta: "Me siento en paz y agradecida con la vida"

Sara Carbonero ya está en casa. La periodista de 38 añosrecibió el alta este lunes 28 de noviembre y, a su vuelta a casa, grabó un vídeo en el coche que ha compartido ahora en redes sociales junto a un emocionante mensaje de agradecimiento. Son sus primeras palabras tras tener que ser operada el lunes 21 de noviembre en el Hospital Clínica de Navarra de Madrid.

'Rabia Suave', la canción que ha acompañado a Sara Carbonero durante su ingreso hospitalario

Sara Carbonero
Sara Carbonero | Gtres

Europa FM

Madrid29/11/2022 10:45

Sara Carbonero ha recibido el alta hospitalaria y ha empezado su recuperación en casa.

La periodista de 38 años abandonó este lunes 28 de noviembre el Hospital Clínica de Navarra de Madrid, donde tuvo que ser operada el lunes 21, y, a su vuelta a casa, grabó un vídeo en el coche que ha compartido ahora en redes sociales junto a un enorme mensaje de agradecimiento.

"Me quedo además con una frase de uno de mis médicos que será mi mantra desde hoy: 'Cada día tiene su afán'. Que todos consigamos encontrarlo en las pequeñas cosas", escribe Sara Carbonero, que se pronuncia por primera vez tras la operación.

Sara Carbonero no da detalles sobre el motivo de su ingreso, pero apunta que estos baches que tiene la vida (como el que pasó en 2019 al ser diagnosticada de cáncer de ovario) "nos recuerdan lo verdaderamente importante de la misma". "Nos hacen un poquito más sabios y nos enseñan a vivir al día. A abrazar la incertidumbre", escribe Sara Carbonero, que señala que durante el ingreso hospitalario estuvo siempre acompañada de la música.

"Como reza la canción que me ha acompañado y “salvado” estos días de “encierro”, de esta “Rabia suave”: “Yo quiero bailar”, escribe.

Sara Carbonero recuerda en su publicación la lista de pequeñas cosas donde encontrar el afán de cada día, y en la que no faltan sus hijos Martín y Lucas que han pasado estos días con su hermana Irene.

"En una familia incondicional, en una mano que te sujeta fuerte mientras te toca los acordes de guitarra de tu canción preferida para dormirte, una voz que te lee el periódico cada mañana, unos brazos fuertes que te sostienen para ponerte de pie de nuevo y dar paseos en círculo por los pasillos del hospital. Unos niños que te esperan en casa con los brazos abiertos y la pizarra llena de mensajes. Unas amigas que cogen el primer avión para traerte unas flores y un puñado de risas".

Lee el mensaje completo de Sara Carbonero

Este vídeo es de ayer, minutos después de que me dieran el alta, saliendo del hospital. Cuando la felicidad no me cabía en el pecho por el mero hecho de sentir de nuevo el aire en la cara y poder respirar y disfrutar de otro atardecer más.

Estoy muy bien. Muchísimas gracias a todas y todos los que os habéis preocupado, por las innumerables muestras de cariño recibidas estos días. Me abruman y a la vez me llenan de energía para seguir adelante.

Sirva este mensaje de agradecimiento, tanto a los médicos de la Clínica Universidad de Navarra, una vez más, por llevarme en volandas y cuidarme estos días, como a mi gente, la de siempre, ese grupo reducido de personas que no me ha soltado la mano ni un segundo y que me ha hecho ser consciente de lo fuerte que es el ser humano si está rodeado de amor.

Gracias también a los medios de comunicación por el respeto y la delicadeza. Ojalá se mantenga este clima de tranquilidad tan necesario.

No me quiero extender mucho más, como reza la canción que me ha acompañado y “salvado” estos días de “encierro”, de esta “Rabia suave”:

“Yo quiero bailar”.

Me quedo además con una frase de uno de mis médicos que será mi mantra desde hoy: “Cada día tiene su afán”. Que todos consigamos encontrarlo en las pequeñas cosas.

En una familia incondicional, en una mano que te sujeta fuerte mientras te toca los acordes de guitarra de tu canción preferida para dormirte, una voz que te lee el periódico cada mañana, unos brazos fuertes que te sostienen para ponerte de pie de nuevo y dar paseos en círculo por los pasillos del hospital. Unos niños que te esperan en casa con los brazos abiertos y la pizarra llena de mensajes. Unas amigas que cogen el primer avión para traerte unas flores y un puñado de risas.

Me siento en paz y agradecida con la vida, también con estos baches que nos ubican de nuevo y nos recuerdan lo verdaderamente importante de la misma. Que nos hacen un poquito más sabios y nos enseñan a vivir al día.

A abrazar la incertidumbre.

Confiar, amar, y recordar que el afecto es lo verdaderamente revolucionario, que seamos amables siempre con los demás porque nunca sabemos la batalla que está librando cada uno.

#GRACIAS