Duermes bien, no te levantas en mitad de la noche, pero sí tardas mucho en conciliar el sueño. Das vueltas en la cama, de un lado para otro, intentando relajarte y que Morfeo vaya a por ti... Pero es inútil. No consigues pegar ojo a la primera y después de 45 minutos esperando, decides levantarte a por un vaso de leche. Y así todos los días.
La mayoría de las personas suelen quedarse dormidas entre 15 o 25 minutos, así que si superas este tiempo, probablemente haya algo que está impidiendo que tu mente y tu cuerpo se relajen. ¡Dale al play y descubre qué te impide dormir!