CRÓNICA

Vetusta Morla presenta 'La Deriva' en una abarrotada sala Razzmatazz

El sábado día diez de mayo el grupo madrileño, Vetusta Morla, llenaban, por segunda vez consecutiva, la sala Razzmatazz de Barcelona ofreciendo un espectáculo inigualable, mostrando al público la fuerza de las canciones de su nuevo álbum, La Deriva con un contundente directo.

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Imagen no disponible // Atresmedia

Europa FM

Barcelona 15/05/2014 13:40

Las entradas para el concierto donde se presentaba el nuevo disco del grupo madrileño estaban agotadas desde hacía tiempo, antes incluso de que saliera a la venta su último disco (La Deriva, pequeño salto mortal, 2014) tal y como dijo Pucho, el cantante, “en un acto de fe” por parte de los fans.

Las puertas de Razzmatazz se abrieron a las 19.00h de la tarde, una larga cola de seguidores esperaban ansiosos el momento. Una hora más tarde, no cabía ni un alfiler en la sala y Zoé, el grupo mexicano, mezcla de indie-pop, que acompañan a Vetusta Morla a lo largo de su gira, subieron al escenario para calentar motores y lo hicieron con una cálida acogida por parte del público, aunque el sonido no jugó a su favor; los altavoces distorsionaban los graves en la sala, hecho que no permitía entender del todo las letras de canciones tan bonitas como Nada.

[No hay nada que pueda perder
Que no pueda hacer, que no pueda amar, que pueda soñar]

A las 21.00 de la noche, Pucho salió al escenario a golpe de baquetas anunciando el inicio del concierto La Deriva, título también de la canción con la que empezaron su actuación. A ésta le siguieron los mejores hits de su último disco, Golpe Maestro, y Fuego, mi preferida.

[Dejaron mantas en el vestidor
y los cerrojos para estar tranquilo.
Pero, ¿quién quiere guardarse si no existe enemigo? ]

En el escenario, Pucho marcaba el ritmo con su voz y con su cuerpo, acompañado en todo momento de un esmerado juego de luces. El concierto siguió hasta que con “de mentira se despidieron de nosotros”. Entonces el público pidió a gritos su vuelta y nadie se quedó tranquilo hasta que regresaron y  cantaron temas tan esperados como Una sonata fantasma, o Sálvese quien pueda.

Se despidieron como lo hace un actor después de haber culminado su actuación, con una reverencia emotiva que fue aplaudida por los fans incluso después de que abandonaran el escenario.

En definitiva, la del sábado fue una noche especial con un show espectacular y repleto de energía que los Vetusta Morla canalizaron hacía un público completamente entregado que coreaba a viva voz todas y cada una de sus canciones, ya fuesen de su nuevo álbum o de los anteriores.