El Gobierno amplía el estado de alarma hasta el 26 de abril: "Estamos ante la gran crisis de nuestras vidas"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado que un equipo de epidemiólogos y científicos está trabajando en el plan que se aplicará para la "desescalada", es decir para cuando baje la curva de contagios de coronavirus. Sin embargo, también ha advertido que en esta nueva etapa no cabrá la relajación y tampoco será "más suave".

"Desde hace semanas el Gobierno está pensando en el medio plazo", ha explicado el presidente en una comparecencia en La Moncloa, en la que ha confirmado que pedirá al Congreso la autorización de una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril.

Asimismo, el momento en el que se doblegue la curva de contagios por coronavirus será el fin de la primera etapa, y se pronostica que está cerca. Después, llegará una segunda etapa en la que los expertos están trabajando para buscar la manera de "mantener a raya al virus mediante protección individual y colectiva", pero también se iniciará la reconstrucción económica y social.

Por otra parte, Sánchez también ha advertido que el plan se irá adaptando según la evolución de la pandemia, pero ha asegurado que esas medidas de higiene "individual y colectiva" estarán acompañadas por medidas sanitarias de "detección y contención", pero también del uso de "tecnologías control y seguimiento de la epidemia".

De esta manera, se abrirá "un nuevo escenario" para un "regreso progresivo" y "una transición hacia una nueva normalidad".

Para acabar, el presidente ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que afronte "la desescalada", porque si "la subida ha sido dura y despiadada", no será "más suave el descenso". Y ha apelado a "la disciplina, la solidaridad y la tenacidad".

"Relajarnos ahora, desunirnos", ha indicado, podría suponer el retorno a un "punto de partida" que, a su vez, podría desencadenar "una segunda ola" de contagios que "sería peor" que la primera, pues las resistencias están "mermadas".