inspirada en el dancehall

Björk revela que su colaboración con Rosalía es una canción inédita grabada hace 20 años

La cantante islandesa Björk ha hablado de su colaboración con Rosalía; una canción "perdida" escrita hace dos décadas que verá la luz para luchar contra la piscicultura que tenía una clara influencia del dancehall de Jamaica. La autora de Motomami ha reversionado la canción para traerla al pop contemporáneo, con la producción de Sega Bodega.

Rosalía y Björk anuncian una canción conjunta con fines benéficos

Björk y Rosalía, durante sus respectivas actuaciones.
Björk y Rosalía, durante sus respectivas actuaciones. | Getty Images

Europa FM

Madrid16/10/2023 12:43

Cada vez se saben más detalles sobre lo que será la nueva canción de Rosalía y Björk.

Después de más de una semana desde la noticia que sorprendió al mundo con la unión artística de las cantantes, la intérprete islandesa ha ofrecido una entrevista a The Guardian en la que ha detallado el origen de su nueva canción con la autora de Saoko y ha reflexionado sobre la problemática del salmón salvaje en Islandia —la canción para luchar contra la piscicultura y la labor de los artistas en la luchas sociales.

Lejos de lo que ha podido parecer, no se trata de una composición nueva, creada recientemente por Björk y Rosalía, sino que era una canción "perdida", tal y como ha definido ella en la entrevista. Concretamente, hacía 20 años que la pieza estaba grabada —cuando tenía unos 30 años—. Björk la redescubrió en marzo y le pareció que sonaba "extraña". "Pensé, vaya, está bien, el ritmo era muy primitivo, pero supongo que me inspiré un poco en el dancehall de Jamaica", ha explicado.

"La forma de reactivar la canción para una plataforma medioambiental en 2023 sería conseguir un invitado que represente el momento"

Al volver a encontrarse con la cinta, pensó que podría usarlo en beneficio del medio ambiente ("donde está mi corazón"), y le pidió a la estrella catalana que la ayudara a actualizarlo para una audiencia contemporánea, con producción de la productora irlandesa-escocesa Sega Bodega.

"La forma de reactivar la canción para una plataforma medioambiental en 2023 sería conseguir un invitado que represente el momento", ha contado Björk, que no se identifica con el género pop. En busca de una artista y un estilo atractivo de la industria, capaz de convertir la pieza en algo moderno y entender la vanguardia, dio con la cantante de Di mi nombre. "El dancehall es la abuela del reguetón. Cuando lo escuché pensé: Rosalía tenía mucho reguetón en su disco. Sé que a ella le importa y quiere actuar. Creo que estaba entusiasmada porque quiere hacer algo por el medio ambiente".

Pero la canción en sí no era una protesta. "No es una canción activista, es una canción de amor. No se trata de pescado. Aunque se podría escribir una buena canción punk sobre eso", ha aclarado la islandesa.

La dupla artística donará los beneficios de la canción a activistas que se oponen a la cría industrial de salmón en Islandia, que actualmente está en el punto de mira tras revelarse repetidas fugas de miles de peces a la naturaleza. "La industria piscicultora islandesa está formada por un par de tipos salvajes que quieren ganar dinero rápido y sacrificar la naturaleza", ha declarado mientras justificaba la labor de los artistas en cuestiones sociales: "[Somos] canarios en la mina de carbón" de las emergencias medioambientales, porque su trabajo es ser sensibles.

En el adelanto musical de la colaboración, publicada por Björk, la cantante escribió: "Donaremos las ganancias de la venta de la canción para ayudar con los gastos financieros de aspecto legal y así quizá seamos un buen ejemplo para otros que quieran ayudar con esta causa tan importante. Islandia tiene una de las naturalezas que se han conservado casi intactas más grandes de Europa".

Quedan 15 días para que termine octubre, mes en el que las artistas lanzarán su colaboración.