Melody quiso representar a España en Eurovisión en 2009: la canción y qué pasó con su candidatura
El Benidorm Fest 2025 no ha sido la primera vez que Melody se enfrentaba a una preselección de Eurovisión. Hace 15 años lo intentó, pero una sucesión de desdichas le impidió llegar a Moscú 2009, aunque partía como una de las favoritas. En su lugar fue Soraya Arnelas con La noche es para mí, que quedó en el puesto 24.

El sendero que Melody ha recorrido hasta llegar a Basilea para representar a España en Eurovisión ha sido, como dice la letra de Esa Diva, un “jardín lleno de espinas y rosas”. Porque, si bien desde muy pequeña sabe lo que es triunfar haciendo lo que más le gusta, cantar, también han sido muchos los obstáculos que ha tenido que ir salvando por el camino y muchas veces, las cosas se le han torcido un poco.
Eso fue lo que le pasó hace poco más de 15 años, allá por 2009, cuando decidió presentarse a la preselección de Eurovisión con la canción Amante de Luna, que grabó con el grupo de baile Los Vivanco, y terminó siendo víctima de un “boicot” que la dejó fuera del certamen europeo, como todo parecía apuntar.
Un nuevo formato de preselección, una sucesión de desgracias
Ese año, en 2009, RTVE puso en marcha Eurovisión 2009: El retorno, un nuevo programa para escoger al representante de nuestro país en el festival que tantas alegrías nos dio en 1968, cuando Massiel, con su La, La, La, se proclamó ganadora —y ya solo hemos ganado una vez más, en 1969 con Salomé—.
La mecánica del concurso no era sencilla: en una fase previa se realizó una preselección a través MySpace de las 50 canciones más votadas por los usuarios de esta red social. Las canciones fueron clasificadas por categorías y Amante de Luna entró en el grupo de las propuestas con sonidos latinos. La canción de la sevillana obtuvo 208.481 votos, siendo la primera en su categoría y la primera en la clasificación general, seguida de Soraya Arnelascon 202.198 votos.
Así llegaron a la fase televisada para dejar la última palabra a la votación del jurado. Tras pasar fácilmente su semifinal, llegó el gran duelo en la final. Y ahí surgieron los problemas: Melody salió al escenario sin una parte fundamental de su propuesta: el grupo de baile Los Vivancos.
Los cinco bailarines abandonaron al finalizar la semifinal y anunciaron que no estarían en la final. Los motivos argumentados fueron que no se cumplieron “los requisitos técnicos y artísticos necesarios para defender su candidatura con la calidad y profesionalidad necesarias”, entre otros la falta de espacio pues el escenario del Casino Teatro de la Aliança del Poble Nou de Barcelona, que había sido diseñado con una estructura similar al escenario que se usó en la Alemania en Eurovisión 2006, era especialmente pequeño.
Sin apenas tiempo, hubo que buscar otros bailarines que en 48 horas tuvieran lista la coreografía. A ello se sumaron los problemas con el sonido que ya arrastraba desde la semifinal, cuando la artista tuvo que sustituir el micrófono de diadema por uno de mano, obligándola a improvisar. “No lo he ensayado con este micrófono, pero si hay que hacerlo, se hace con este micrófono”, aseguró airosa la cantante.
En la votación final, tras los votos del jurado y de la audiencia, a pesar de todo, Melody y Soraya empataron a puntos, 22, pero como la de Badajoz fue la más votada por el público, fue la ganadora. La cantante de El baile del gorila quedó en segundo puesto.
No hay nada mejor que tener paciencia
“No me siento abandonada, pero eso no se hace. O se va hasta el final o no se va. Pero no quiero darle más bombo. Hay que tirar palante", explicaba en El Paísunas horas antes de la final. Durante días, la desaparición de Los Vivancos se interpretó como un boicot a la artista y fue objeto de intenso debate público.
Ese regusto amargo que le dejó aquella preselección ahora queda lejos, pero siempre le hizo sentir que debía volver a presentarse y así lo ha confesado en más de una entrevista: “Yo creo que lo tenía pendiente por varias razones. Una, que no había entrevista, cada vez que lanzaba nueva música, en la que no me preguntaran. Y era algo que yo le debía a mis fans y a los eurofans”.
Melody asegura que estaba escrito que entonces no fuese ese el momento: “En estos últimos años he aprendido muchísimo, he evolucionado como artista y como persona, y profesionalmente me encuentro en un momento muy bueno, así que no se debía dilatar más, era ahora”.
“En mi carrera he vivido muchos momentos, 25 años son una vida, y no hay nada mejor en el mundo que tener paciencia, porque todo llega. En mi caso, yo empecé muy joven, y eso conlleva tener mucho más temple y esperar a que el público se adapte poco a poco, que vaya conociendo cómo eres realmente y redescubriéndote según creces. Luego también la sorpresa es más grande. Yo creo que, con todo lo del Benidorm Fest y Eurovisión, hay mucha gente que me está redescubriendo, incluso gente que ya me conocía, como persona y como artista, y es que todavía queda mucha Melody por mostrar”, señalaba a la revista GQ sobre el intenso y feliz momento que vive con la aventura eurovisiva, que le ha llevado a cantar Amante de la Luna en una de las PreParty de Madrid.