TIENE SEIS QUEMADURAS CON HISTORIA

Conoce a Hovik Keuchkerian: de su carrera como boxeador a sus problemas con el alcohol y el éxito en 'La casa de papel'

Se llaman Hovik Keuchkerian pero es inevitable llamarlo Bogotá. La culpa la tiene su exitoso personaje de La casa de papel, que ha convertido a este actor libanés, y a todo el equipo de El Profesor, en un fenómeno mundial. Conocemos sus andanzas en el Banco de España, pero ¿sabes que Keuchkerian fue cantante, boxeador y cómico antes que atracador?

Hovik Keuchkerian, protagonista de 'La casa de papel' y 'Antidisturbios'
Hovik Keuchkerian, protagonista de 'La casa de papel' y 'Antidisturbios' | Gtresonline

Europa FM

Madrid08/09/2021 20:52

La mayoría conocemos a Hovik Keuchkerian como actor, concretamente por sus papeles en las series La casa de papel y Antidisturbios, pero los aficionados al boxeo saben del intérprete que da vida a Bogotá desde hace tiempo. Fue dos veces campeón de España de Peso Pesado, en 2003 y en 2004. Los guantes los colgó a finales de ese año pero no dio el salto a la interpretación hasta tiempo después.

Hovik Keuchkerian, de 49 años, rodó su primera serie, Hispania, entre 2010 y 2012 y tuvo su primer papel en el cine en 2012 en la película Los días vividos. Luego ya llegó lo de Assassin's Creed (2016), que fue un auténtico éxito.

Se puso delante de las cámaras tras triunfar como cómico sobre los escenarios. El monólogo Cocretas, que grabó para Paramount Comedy, fue el punto de arranque del espectáculo Un mendigo con zapatos de algodón, que estuvo en cartel durante tres temporadas en la Gran Vía de Madrid (2011-2013).

Jorge Blass, su primer promotor

Si Hovik Keuchkerian se subió por primera vez a un escenario fue por su amigo el mago Jorge Blass.

Lo llamó un día y le dijo: "¿Por qué no te subes mañana al escenario conmigo y cuentas lo mismo que ayer nos contaste en la cena cuando todos acabamos tirados por el suelo de la risa?", rememoró en un artículo publicado en 2014 en El Periódico.

Blass se lo dijo en 2007 y a partir de ahí no hubo marcha atrás."Me enamoré del escenario, de hacer reír", dijo en otra entrevista publicada en 2018 cuando su carrera como actor ya se había consolidado.

No se pude decir que aquello fue cumplir su sueño de niño porque, como contó en otra entrevista en la revista GQ, no era "el típico que desde niño haya querido ser actor". No es sorprendente dada su polifacética trayectoria.

Boxeador y escritor

Keuchkerian se convirtió en actor tras bajarse del ring. Fue un boxeador con una historia breve pero muy intensa. Empezó a boxear con 26 años porque una lesión en el tobillo cuando practicaba baloncesto le obligó a cambiarse de deporte, y dejó de hacerlo seis años más tarde. Colgó los guantes con 32 años.

Los guantes los cambió por la máquina de escribir. Hovik ha publicado tres libros: el primero, el poemario clásico Cartas desde el Palmar, lo publicó en 2005; luego llegó Lokura, un ensayo en prosa de 2008; y por último, Diarios y desvaríos, una relación de relatos breves sobre vivencias propias publicado en 2012. Además, en 2014 publicó Resiliente, un poemario musicado y producido por Yuri Méndez.

Problemas con el alcohol

Antes de que la literatura y la interpretación llenasen la vida de Keuchkerian, el ahora actor atravesó una racha de autodestrucción.

No había probado el alcohol hasta que colgó los guantes con 32 años, pero luego lo probó todo hasta que el 10 de mayo de 2021 dijo basta."Empecé a beber entonces con 32 años. A fumar con 35. Hasta entonces mi vida era sanísima. Yo me lo pasaba de puta madre con mis colegas tomando un Cacaolat por la noche. No tenía ese problema de beber. Eso fue después", contó recientemente en una entrevista en El Mundo.

Fue tras el final del rodaje de la quinta temporada de La casa de papel cuando decidió decir basta. Su vida no era fácil en ese momento. "De llegar a casa rodando con una botella de güisqui. Qué te voy a contar... La adicción se convierte en tu colega. Comida toda la que te puedas imaginar, cuanto más insana mejor. Sexo. Sedentarismo. De coger ocho kilos de jueves a domingo. Lo único que me ha mantenido es el trabajo, que me motiva mucho. Me miraba levantarme por la mañana y me decía: 'Tronco, no puedes estar cinco minutos resoplando para irte a poner un huevo y luego ducharte como si tuvieras 75 años", recuerda Keuchkerian, que confiesa que bebía una botella de tequila todos los días. "Recuerdo una bajona muy grande que me dio en 2011, un ataque de ansiedad fuerte, me dijo mi hermano: 'O vas al psicólogo o te llevo yo".

"Cuando pasa algo potente, me quemo. Cojo algo metálico y me marco para no olvidar"

Seis quemaduras con historia

Keuchkerian asegura que las quemaduras que tiene en el cuerpo. Si alguien no ve su cara, lo reconocerá por estas marcas. Tienen historia, no son fruto de un accidente.

"La gente se tatúa, yo me quemo...", ha contado en El Mundo sobre estas marcas. "Cuando pasa algo potente, me quemo. Es una forma de inspiración, poner una parte de ti en lo que ha pasado, tanto si es bueno como si es malo. Cojo algo metálico y me marco para no olvidar. La última marca es esta de la mano izquierda, me la hice el 20 de julio de 2014, el día en que se mató Álex Angulo, uno de los mejores seres humanos que he conocido", dijo en la entrevista de El Mundo en la que además contó cómo se hizo las heridas.

"Álex era de puta madre... Al quedar solo me bebí la botella de White Label, yo era una rotura absoluta llorando, no me lo podía ni creer, así que cogí el cuchillo, lo puse al rojo vivo, me lo puse aquí, psssssssh... "

Un español nacido en Beirut

Es inevitable escuchar el nombre de Hovik Keuchkerian y preguntarse de dónde es. La respuesta es Beirut.

Hovik Keuchkerian nació en Beirut (Líbano) en 1972, pero su padre es armenio y su madre es navarra. Vive en Madrid desde los tres años, se crió a caballo entre Alpedrete y Hortaleza

"Mi padre era armenio. Nació en Antioquía. Creció en Alepo, Siria, y luego se trasladó a Líbano, Beirut, donde abrió varias boutiques de ropa femenina. Mi madre y una amiga decidieron ir a Líbano de vacaciones desde Villafranca, nuestro pueblecito, entre Pamplona y Tudela. Y así se conocieron. Se enamoraron al instante. Se casaron y empezaron a trabajar juntos hasta que la guerra civil de Líbano les obligó a venirse a España", contó en GQ. "Llegué a Madrid con 3 años, a Alpedrete, que es mi pueblo y al que ahora vuelvo tras 22 años en Hortaleza, que es el barrio en el que yo tenía mi gimnasio y que acabo de cerrar, porque eso de ganar pasta por un lado para perderla por otro… como que no. En Hortaleza me han visto boxear, escribir, interpretar mis primeros monólogos… Me han visto en forma, me han visto borracho, tirado por el suelo… Me han visto reír, llorar… de todo. Les quiero muchísimo".