Georgina Amorós explica por qué "las mejores fiestas son las de ecuador de rodaje"
Georgina Amorós estrena nueva serie y ha estado en Cuerpos especialeshablando de este trabajo. La intérprete ha charlado de su personaje, de los rodajes en general y también del día que trabajó con Woody Allen.
La actriz Georgina Amorós está de estreno. Presenta la serie Todas las veces que nos enamoramos, de la que ha hablado con Eva Sorianoe Iggy Rubín en Cuerpos especiales.
"Es una serie que te engancha muchísimo y es de muy buen rollo", ha contado la intérprete que da vida a Irene, una joven que sale y rompe muchas veces con el mismo chico. Una relación tóxica en toda regla.
Amorós reconoce que ella es mucho menos impulsiva. "Soy bastante control freak", confiesa la actriz, a la que su profesor de interpretación le llamó al orden ese sentido. "Me dijo: 'El año que viene quiero darte un personaje totalmente loco para que te salgas de la catalana responsable".
La actriz reconoce que, como tauro, es "supercabezota" pero es también "muy insegura".
La serie le ha servido para vivir una nueva experiencia, ponerse detrás de las cámaras. Su personaje quiere ser directora y ella se metió de lleno en el papel
"Las directoras de la serie me dejaban grabar lo que grababa mi personaje y me dio un poco el gusanillo", ha contado a Eva e Iggy asegurando que, en un futuro, no descarta ponerse detrás de las cámaras aunque por ahora deja a los profesionales
Fiestas de rodaje y trabajar con Woody Allen
Por ahora se queda en el papel de actriz y aprovecha para desmentir uno de las ideas más extendidas sobre el mundo de la interpretación. Las mejores no son las de fin de roaje
"Las más guays son las de ecuador de rodaje", ha contado la actriz y ha explicado por qué. "Son las fiestas donde se conoce todo el equipo y eso permite que en el resto de rodaje que queda por delante hay más salseo, más conexión...", ha añadido la intérprete, que en Élite vivió una experiencia distinta. Allí las fiestas eran semanales.
En la lista de experiencias de Georgina Amorós se incluye también haber rodado con Woody Allen. La actriz tiene un pequeño papel en Rifkin's Festival.
"Fue muy poquito pero fue muy curioso", ha contado la actriz de 24 años, que se llevó una sorpresa al ver al director de cerca. "Es un hombre muy bajito, habla muy flojito y no lo ves”.
Fueron pocos planos pero fue un sueño cumplido. Georgina Amorós, que siempre admiró al neoyorquino, nunca pesó que podría llegar a este momento.