EN DICIEMBRE DE 2019

Rod Stewart y su hijo se declaran culpables de agredir a un guardia de seguridad en un hotel

Rod Stewart y su hijo mayor, Sean Roderick, de 41 años, se han declarado culpables de una agresión ocurrida en un exclusivo hotel de Florida el pasado 31 de diciembre de 2019, cuando un guardia de seguridad les negó la entrada a un evento privado.

Rod Stewart y su hijo se declaran culpables de agredir a un guardia en un hotel
Rod Stewart y su hijo se declaran culpables de agredir a un guardia en un hotel | GTRES

EFE

Europa FM

Madrid18/12/2021 16:13

El cantante Rod Stewart y su hijo Sean se declararon culpables de agresión en un caso judicial a raíz de un altercado ocurrido en un exclusivo hotel de Florida durante las festividades de Año Nuevo de 2019. El artista británico y su hijo son responsables de una agresión simple, un cargo menor, en ausencia y a través de documentos presentados en la corte por su abogado, Guy Fronstin.

Así, el intérprete y su hijo, de 41 años, no tendrán que comparecer ante un tribunal ni será necesario un proceso judicial. Además, esta decisión les permitirá no tener que pasar tiempo en la cárcel.

Todo sucedió la noche del 31 de diciembre de 2019, cuando Stewart y su hijo mayor, Sean Roderick, mantuvieron una disputa con el guardia Jessie Dixon, que les negó la entrada a un evento privado en el lujoso hotel Breakers Palm Beach, al norte de Miami, y el altercado escaló hasta llegar a los golpes.

Según documentos judiciales, Dixon dijo que Sean se le enfrentó, él lo hizo retroceder y el hijo del cantante supuestamente respondió empujándolo. En medio del forcejeo, el rockero se acercó al guardia de seguridad y le lanzó un puñetazo en el pecho.

Posteriormente, el cantante, de 76 años y que en 2016 fue nombrado caballero por la reina Isabel II, dijo que el guardia se había mostrado beligerante aunque ofreció disculpas por el incidente.

En octubre fracasó un acuerdo

La declaración de culpabilidad se da después de que en octubre fracasara un acuerdo entre ambas partes. El cantante británico y su hijo tenían una audiencia prevista para enero a raíz de esta causa.

La oficina del fiscal estatal de Palm Beach, Dave Aronberg, que procesó el caso, declinó de hacer comentarios.