CRÓNICA

Dua Lipa sumerge Madrid en optimismo con su excelso concierto en el Movistar Arena

Dua Lipa se integra de lleno con su público español durante su primera noche en el Movistar Arena de Madrid, que también funciona como el estreno de su gira Radical Optimism Tour en Europa. Durante el show, la artista se atreve a cantar por Enrique Iglesias y a hablar en castellano en medio de un espectáculo de gran calidad vocal, escénica y coreográfica.

Dua Lipa versiona a Enrique Iglesias y canta 'Héroe' en español

Dua Lipa en concierto con su gira 'Radical Optimism Tour' en Melbourne (Australia)
Dua Lipa en concierto con su gira 'Radical Optimism Tour' en Melbourne (Australia) | Naomi Rahim / Getty Images

Madrid12/05/2025 02:31

Cantante albanobritánica de 29 años y con una década de experiencia en la música. Esa es Dua Lipa, una de las estrellas pop más aclamadas en la actualidad, cuya proyección parece tan prometedora como su éxito presente. Bajo esa condecoración, la artista llega a Madrid con la primera parada de su gira en Europa bajo un precepto: inundar la ciudad de un optimismo más realista que radical, pero donde el espectáculo no escatima en hits, confeti o coreografías milimétricas.

Una ambientación onírica envuelve el Movistar Arena al inicio del show este domingo 11 de mayo con las imágenes en pantalla de las olas del mar; las mismas que protagonizan la portada de su último álbum, Radical Optimism (2024). Su discreto recorrido comercial —los números, los números... siempre los números— no afecta ni un ápice en la calidad de su exhibición escénica y vocal, al que se unen doce bailarines y una amplia banda —dos coristas incluidas— y al que acuden como público figuras como Miley Cyrus o Pedro Almodóvar.

Primer acto, el inicio de la fiesta

Tras su declaración de intenciones con el misticismo oceánico inicial, Dua Lipa inicia con quietud su primer concierto en el Movistar Arena desde lo alto de unas escaleras que elevan su rostro, engalanado con un body blanco que resalta su silueta. Training Season suena pausada en su principio, adelantando que la voz —y no solo el baile o las melodías— tendrá un papel protagonista durante la noche. Sin embargo, la fiesta comienza en el medio de la canción al primer grito de "¡Madrid!", con la estelar aparición de los bailarines.

Para End of an Era, Lipa se envuelve en plumas blancas mientras fantasea con la eternidad —"Who knows, baby? This could be forever"— y la sensualidad a través de una escenografía roja que transiciona a Break My Heart, durante cuya actuación aparece un corazón roto en la pantalla —¿obvio?— y la cantante se eleva con la ayuda de su cuerpo de baile antes de pedirle gritos al público —algo que será recurrente a lo largo de todo el show—.

"¿Cómo se siente?", pregunta la estrella con sus primeras palabras pronunciadas en castellano para presentar su éxito con Calvin Harris de 2018, One Kiss, el mismo por el que recibió numerosas críticas por su desganada forma de bailar durante un concierto. Lejos quedó todo aquello, por lo que Dua Lipa se funde en una hipnótica coreografía junto a sus bailarines desde la pasarela.

Un segundo acto lleno de interacciones con el público

Entre pirotecnia y más baile, Dua Lipa luce su segundo vestuario —un mono rojo brillante— para cantar Whatcha Doing y Levitating antes de protagonizar el momento más cercano con sus fans desde la primera fila de la pista, donde la cantante empieza a interactuar con los asistentes pregúntales de dónde son y sacándose fotos con ellos.

"Has construido mi forma de ser", le dice un chico para demostrar lo importante que se ha convertido en su vida. "Tengo que volver al trabajo, tengo un concierto que dar", bromea Lipa tras varios minutos junto a su público; tiempo suficiente para trasladar los instrumentos al escenario central para tocar These Walls.

Enrique Iglesias, la sorpresa de la noche

Con Radical Optimism Tour, la británica busca que cada concierto sea único, y para ello reserva un espacio del concierto a interpretar una canción de algún artista local de cada ciudad en la que actúa, algo que genera expectación entre el público y algo de nervios a Dua Lipa, pues se expone ante el público con un tema ajeno a su discografía y en un idioma distinto al suyo.

Sin embargo, lejos de decepcionar, empiezan a sonar los primeros acordes de Héroe (2001), de Enrique Iglesias. "Si pudiera ser tu héroe / Si pudiera ser tu dios / Que salvarte a ti mil veces / Puede ser mi salvación", canta con una sublime solvencia vocal.

Después de exhibir su castellano, llega el turno de Maria, la canción que mejor define el optimismo radical de Dua Lipa: con ella, le da las gracias a la ex de su novio por hacer de él "todo lo que siempre querría". Al terminar, desaparece hasta resurgir envuelta en un vestido plateado, con el que la artista a comienzo a un tercer acto dominado por el baile y los dance breaks al ritmo de Physical, Electricity, Hallucinate e Illusion.

El optimismo realista de Dua Lipa

Como contrapunto al título de su disco, lo cierto es que el cuarto acto del concierto de Dua Lipa está dominado por la emotividad inseparable de un optimismo realista, donde se abraza melancolía sin entrar en la tragedia. Durante el inicio de esta parte, la pantalla proyecta varias frases: "Mi corazón late tan fuerte. Solo otro baile. No te decepcionaré y me iré. Nunca pensé que encontraría una salida. La eternidad es imposible de medir. Y esto es lo que debí haber dicho: ¿cuánto tiempo?".

Frases que hacen referencia a la siguiente canción, Falling Forever, con la que fantasea con el amor eterno a sabiendas de su complejidad. Para esta parte, Lipa cuenta con un conjunto blanco transparente, mucha niebla y la ausencia de sus bailarines. Ella y su voz son las protagonistas, como bien demuestran Happy for You o Love Again, presentada con un violín y para la que se rodea de fuego mientras asciende por una pequeña plataforma circular. "Estoy muy agradecida. Muchas gracias por su amor y por su apoyo", dice en castellano antes de confesar que "ama" la cultura española. Como no podía ser de otra manera, el público responde con gritos de "guapa" y "reina".

Desde las alturas, el espectáculo continúa con Anything for Love, para la que se envuelve en un gran abrigo blanco con el que recibirá la mayor ovación de la noche tras cantar una parte de la canción a capela y con el micrófono alejado. Al bajar, Dua Lipa vuelve a rodearse de sus bailarines para Be the One, un tema de 2015 con el que Dua Lipa siente haber "crecido mucho". En un momento, la artista se graba con el móvil de un fan mientras los asistentes gritan una y otra vez el título de la canción. Con estas interacciones, la artista muestra una faceta cercana que contrasta con su otra imagen de estrella del pop. Quizás ambas descripciones no son incompatibles.

Más éxitos para el final

Un body blanco augura la última parte del espectáculo, para el que la británica recurre a algunos de sus mayores éxitos: New Rules —cuya coreografía cuenta con patadas al aire durante el estribillo—, una versión abreviada de Dance the Night —donde el color rosa sobre el escenario delata su pertenencia a la banda sonora de Barbie (2023)— o Don't Start Now.

Y, para cerrar, suena Houdini con una ambiciosa y completa coreografía junto a todos sus bailarines. "Es nuestra última oportunidad para bailar", alerta Dua Lipa a un público que, poco después, verá cómo se desvanece al terminar la canción, generando un efecto mágicoen sintonía con la temática del tema. Desaparece del Movistar Arena, pero no lo hará de la memoria de unas 15.000 personas que acaban de testificar un concierto de altura que erigen a su protagonista como un fenómeno irrefutable de la música pop internacional.