SU RELATO MÁS SINCERO

"Me despertaba con sangre y no sabía de quién era": las frases más desgarradoras de Gervasio Deferr en 'Lo de Évole'

El bicampeón olímpico Gervasio Deferr se ha abierto en canal con Jordi Évole para relatar cómo fue su ascenso a la fama y caer en picado por culpa del alcohol y las drogas. Un testimonio crudo y sincero de una etapa en la que llegaron a temer por su vida.

Europa FM

Barcelona28/02/2022 11:14

El exgimnasta Gervasio Deferr, que ganó dos oros olímpicos en Sidney 2000 y Atenas 2004 y una plata olímpica en Pekín 2008, se ha sincerado con Jordi Évole de lo que supuso estar en la cima, y perderlo todo por culpa del alcohol y las drogas. Un testimonio desgarrador sin ningún tipo de edulcorantes del que rescatamos las frases más potentes y honestas.

"Se me va la olla y me creo Dios. Me convierto un poco en gilipollas"

Tras su éxito en Sídney con tan solo 19 años, Gervasio ha reconocido que no supo gestionar esa fama repentina: "A mi se me va la olla y me creo Dios. Me convierto un poco en gilipollas".

Un año después de si victoria, el 25 de septiembre de 2001, le operan de un hombro y después del otro, por lo que tiene que estar en casa haciendo reposo. Un momento que tampoco supo gestionar: "Me tiro meses viviendo en mi casa sin hacer nada, porque soy Gervasio Deferr y me creo la leche. Es ahí cuando empiezo a fumar (porros) con mi hermano y demás..."

"Cuando di positivo por cannabis me fui a casa y me fumé otro porro"

El punto de inflexión en el que toda la vida de Deferr empezó a desmoronarse fue cuando dio positivo en cannabis en 2002.

Me llama mi padre y me dice: 'Gervi, ¿es verdad eso? ¿Has dado positivo por cannabis en el Campeonato del Mundo y te han sancionado?'", ha recordado el gimnasta , asegurando que su padre le colgó el teléfono y le dejó de hablar durante un tiempo.

"Me sentí muy avergonzado. No por el hecho en sí, sino por cómo salió en la prensa. Eso lo filtró alguien desde la Federación y ahora me da igual, yo tengo mis ideas de quien pudo ser. Lo hicieron a traición y todo el mundo se me tiró al cuello. Dije 'que os den por culo, me voy a fumar un porro' y me fui a casa y me hice un porro y me lo fumé".

"La noche anterior al oro de Atenas no sé ni cómo llegué a la habitación"

En los Juegos de Atenas, que se preparó en tan sólo cinco meses y en los que tuvo que desintoxicarse a contrarreloj para no dar positivo en los controles, Deferr volvió a fallar en la categoría de suelo, su predilecta.

Tal fue el enfado y la decepción que esa misma noche se fue de fiesta: "No me acuerdo ni cómo llegué. Vi a unas personas que estaban tomando algo y me metí una jarra enorme de cerveza. Al día siguiente Víctor (su compañero de equipo) me dijo que estuvimos mucho tiempo, pero no recuerdo nada". Ese mismo día consiguió su segundo oro olímpico en la modalidad de salto.

"Me di cuenta de que llevaba seis años bebiendo todos los días"

A pesar de que en los Juegos de Pekín consiguió la plata olímpica, a Deferr se le quedó la espinita de no conseguir el oro, y sin verse con fuerzas para prepararse para los Juegos de Londres de 2012, en 2011 anuncia que se retira.

Durante tres años, el gimnasta se queda en Madrid sopesando su decisión pero en esa época su vida cae en picado. "Cada día estoy desde las 15:00 en bares con amigos y con vida social. Era dormir por la mañana, comer y luego por la tarde otra vez. Hubo un momento que me di cuenta que llevaba seis años bebiendo todos los días. Seis o siete medianas y dos o tres cubatas. Sin nada que hacer ni objetivo, al final te envenena", le ha confesado a Jordi Évole.

"Me despertaba con sangre y no sabía de quién era"

Durante esa etapa de autodestrucción, Gervasio ha confesado que había mañanas en las que se despertaba y no recordaba nada de lo que le había sucedido el día anterior: "Había mañanas que me despertaba con sangre y no sabía si era mía o si me había peleado. No sabía qué hacer y me juraba que no volvería a pasar, pero me volvía a pasar".

"He pensado 'igual mañana no me levanto' y me daba igual"

Gervasio ha reconocido que en más de una ocasión ha temido por su vida. "Yo había momentos en los que pensaba 'igual mañana no me levanto', y me daba igual. Eso es lo grave, que te de igual. Y a mí por un momento me daba igual, y me avergüenzo muchísimo".

"Maltratar a una persona psicológicamente es tan malo como ponerle una mano encima"

Durante su declive, Gervasio ha reconocido que se quedó solo: "Solo tenía cerca a mis demonios". Sin embargo, ha confesado que las parejas que tuvo en ese momento tuvieron que aguantar todos sus problemas, y no las trató bien.

"Nunca fue mi intención hacerles daño, eso lo tengo clarísimo, porque son personas a las que he querido muchísimo, pero les he hecho daño", ha revelado, a lo que Évole ha querido saber si ese daño también fue físico: "Al final maltratar a una persona psicológicamente es igual de malo que poner una mano encima. Y yo a veces era déspota, y me he equivocado. Es triste, pero si no lo verbalizo no lo supero".

"Me dijeron que era un politoxicómano"

En 2017, Gervasio Deferr toca fondo y decide pedir ayuda a Alejandro Blanco, presidente del COE. Tras una reunión, deciden ingresar al gimnasta en un centro de rehabilitación, donde permaneció 10 meses.

Jordi Évole le ha preguntado qué sintió cuando entró en el centro y le dijeron que era alcohólico. "Me dijeron quera politoxicómano, porque cuando tienes una adicción, las tienes todas".