INVESTIGADA

Chiara Ferragni, cómo empezó la caída de la ‘influencer’ más importante de Italia

Los supuestos fines benéficos de la colaboración con una empresa pastelera resultaron ser un ingreso millonario para Ferragni a finales de 2023. Una acusación a la que han acompañado nuevas investigaciones de campañas pasadas, pérdida de contrato e, incluso, enfrentamientos políticos.

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Chiara Ferragni
Chiara Ferragni, cómo empezó la caída de la ‘influencer’ más importante de Italia | GETTY

Europa FM

Madrid22/02/2024 17:40

La vida y la reputación de Chiara Ferragni ha dado un giro de 180 grados en apenas unas semanas. La influencer más popular de Italia, con más de 30 millones de followers en Instagram, ha visto cómo ya no la seguían los usuarios de las redes sociales, sino las autoridades del Estado italiano.

El primer episodio de esta caída libre del prestigio Ferragni sucedió a finales de diciembre de 2023, cuando la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado italiana (AGCOM) publicó una sanción de más de un millón de euros a sus compañías.

El motivo era haber llevado a cabo una “práctica comercial incorrecta” para promover la venta de unos pandoro (unos dulces navideños) de la marca Balocco, en un principio, con fines benéficos.

Tras la investigación de las autoridades, la voluntad solidaria de la colaboración entre la influencer y la marca pastelera no resultó ser como se describía. Tal y como indicaba la AGCOM, los mensajes de Ferragni daban “a entender a los consumidores que (...) contribuirían a una donación al Hospital Reina Margarita”.

E resultado de la campaña fue menos caritativo y la empresaria se embolsó un millón de euros gracias a las ventas de los pandoro ya que la donación se limitaba a los 50.000 que Balocco había pagado meses antes al hospital pediátrico, sin que se tuviesen en cuenta los beneficios generados a través de la colaboración.

Un escándalo que agitó a la opinión pública italiana y por el que Ferragni se vio obligada a publicar un vídeo de disculpas en su perfil de Instagram, alegando un “error de comunicación” y declarando su intención de donar un millón de euros al Hospital Reina Margarita”.

Nuevos reveses

Sin embargo, las disculpas y el anuncio de una nueva donación no parecieron calmar a los usuarios de las redes sociales, que no dejaban de criticar su actitud en redes sociales. De hecho, Ferragni llegó a ausentarse de sus perfiles oficiales durante una larga temporada, teniendo en cuenta su ritmo de publicaciones.

A raíz de la investigación de los pandoro, la Fiscalía italiana también ha emprendido investigaciones alrededor de dos campañas (2021 y 2022) en las que la empresaria empleaba su típico color rosa y su anagrama para vender huevos de Pascua de la empresa Dolci Preziosi, en un principio, con la intención de contribuir a un proyecto benéfico en favor de la inclusión de niños con autismo.

Una campaña de colaboración en la que ha trascendido que se llegó a recaudar más de un millón de euros y la donación apenas alcanzó los 36.000 euros.

Una espiral de polémicas que ha llevado a varias marcas a cancelar sus contratos con Ferragni. La archiconocida Coca-Cola ha llegado a cancelar la emisión de un anuncio comercial con la empresaria ya grabado; Safilo, la firma de gafas de alta gama como Carrera o Polaroid, ha roto el contrato que le vinculaba a la infleuncer algando “violación de los compromisos contractuales”, o la empresa de papelería Cartiere Paolo Pigna.

Enfrentamientos políticos y nueva legislación

Chiara Ferragni ha sido uno de los últimos objetivos de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aunque sin llegar a mencionarla. “El verdadero modelo a seguir no son las influencers que ganan dinero a manos llenas vistiendo ropa o enseñando bolsos, o incluso promocionando carísimos bizcochos con los que hacen creer que harán caridad, pero cuyo precio solo sirve para pagar cachés millonarios”, ha declarado.

Son muchos los que apuntan a que su escándalo con los supuestos pandoros solidarios ha provocado el anuncio de una nueva legislación con respecto a las ventas promocionadas por influencers.

La norma conlleva que todos los perfiles con más de un millón de seguidores deberán someterse a una regulación similar a la que se aplica a las cadenas de televisión y grandes medios, para prevenir estafas o publicidad engañosa y proteger a la infancia.

A pesar de que esta legislación aún no se ha puesto en marcha, ya se sabe que las multas podrían llegar hasta los 600.000 euros.