A LO CENICIENTA

Las primeras citas de Georgina Rodríguez y Cristiano: "Llegaba en autobús y me iba en Bugatti"

Soy Georgina, la docuserie sobre la vida de Georgina Rodríguez, acaba de estrenarse en Netflix. En ella, la modelo e influencer ha desvelado los detalles sobre sus primeras citas con su pareja, Cristiano Ronaldo.

Georgina y Cristiano Ronaldo
Georgina y Cristiano Ronaldo | Gtres

Europa FM

Madrid29/01/2022 09:36

Georgina Rodríguez ha protagonizado casi sin quererlo una de las historias de amor más envidiadas de la historia. Y es que al más puro estilo de Cenicienta, pasó de trabajar como dependienta en una tienda a convertirse en una de las influencers más prestigiosas a nivel internacional, con más de 30 millones de seguidores, gracias a su relación con Cristiano Ronaldo.

Bien es sabido que ambos se conocieron en 2016, cuando la modelo todavía trabajaba en la tienda de Gucci en Madrid y el astro portugués despuntaba como delantero en el Real Madrid. Cinco años después de ese primer encuentro, Georgina y Cristiano han formado una familia con sus cuatro hijos y con los dos que vienen en camino: Cristiano, Mateo, Eva, Alana Martina y los mellizos que espera la modelo ahora.

Ahora, el documental Soy Georgina, estrenado este pasado 27 de enero con motivo del 28 cumpleaños de la influencer, ha desvelado algunas de las incógnitas que existen sobre los inicios de su relación. Y es que Georgina ha querido hablar abiertamente sobre cómo fueron sus primeras citas con el futbolista y sobre cómo acabó consolidándose su relación. "Gracias al amor, ahora mi vida es un sueño", dice la pareja del delantero del Manchester United.

Una conexión inmediata

La conexión entre ambos fue inmediata, aunque no se vio consolidada hasta casi dos meses. Para el astro portugués, su primer encuentro fue "como un click": "Se quedó en mi cabeza, esa es la pura verdad", revelaba el futbolista sobre el día en que se conocieron

El destino hizo que se conocieran, pues justo ese día Georgina se había quedado media hora más para hacerle un favor a un compañero y justo cuando salía de su turno, entró por la puerta el amor de su vida. "Cuando estaba saliendo de la tienda apareció un hombre guapísimo de casi dos metros acompañado de un niño y de un grupo de amigos. Guapísimo. El niño me saludó muy educado y se rió. Empecé a sentir cosquillas en el estómago. Y pensé: '¿Qué me pasa?' No quería ni mirarle, tenía mucha vergüenza”, explica Georgina.

Así, el deportista empezó a acudir habitualmente a la tienda donde trabajaba Georgina, hasta un día coincidieron en una fiesta: "Un día me escribió que tenía un evento, que si iba a estar. Y le dije que sí que me pasaría". Tras pasar toda la tarde decidiendo qué ponerse en ese encuentro, se plantó en el evento: "Cuando llegué le vi guapísimo, me acuerdo que llevaba él y yo. Brindamos con una copa de champagne y me tuve que ir a la cena de empresa. No me apetecía nada, pero me tuve que ir. Pero fue bueno, porque nos dejó con las ganas”, relata Georgina.

Las cosas no fueron fáciles

Aún así, las cosas no fueron fáciles al principio: "Él tenía muchos partidos, pasó lo de mi padre (tuvo un derrame) y estuve ausente y triste. Un día coincidimos en otro evento, estaba con sus amigos y su hermano. Y me dijo: 'Gio, ¿te quieres venir a cenar?' y pensé 'ha llegado el momento'", cuenta.

"Estaba muy ilusionada y de camino al restaurante nuestras manos se chocaron y sentí cómo si esas manos hubieran estado conmigo mucho tiempo y ya cuando nos volvimos a chocar nos las cogimos. Eran unas manos familiares, que encajaban a la perfección. Fuimos a cenar, yo me fui a casa y mi corazón… pum pum", relataba sobre esta primera cita con el futbolista.

Georgina también ha relatado uno de los momentos más especiales durante el inicio de su relación. Y es que, por ver a Cristiano, la modelo podría tragarse cualquier cosa... literalmente: "Me moría de ganas de verle y estar con él, pero no le quería escribir. Me escribió tras el partido y, claro, no le dije que tenía todo preparado, le dije que estaba sentada en casa y que ya me iba a dormir. Me dijo: '¿quieres cenar?' y le dije: 'Vale'. Yo ya había cenado. Me recogió en casa. Llegamos a la suya. Tenía su puré, su verdura, su pollo y recené como toda señora".

A trabajar en autobús y de vuelta en Bugatti

Fue a raíz de estas primeras salidas cuando su relación comenzó a estabilizarse: "Él venía después de trabajar a recogerme. Venía en Bugatti a veces. Mis compañeros alucinaban. Yo llegaba en autobús y me iba en Bugatti…", recuerda Rodríguez.

Y fue entonces cuando el astro portugués también la empezó a ver como alguien para siempre: "Cuando nos chocamos las manos fue un momento único… Era una chica superinteresante, madura y comencé a engancharme. Era el coche que tenía, no podía ir con otro. El inicio de la relación fue super bonito. Pasado el tiempo, sentí que era la mujer de mi vida", ha confesado.