RESEÑA

Lorde busca su identidad en 'Virgin', el cuarto álbum de su carrera

Lorde estrena su nuevo disco, Virgin, donde reflexiona sobre la autopercepción o la identidad en clave existencialista y críptica con composiciones llenas de matices a nivel narrativo y sónico.

La historia detrás de la portada de Lorde para 'Melodrama': ¿cómo era la otra opción?

Portada de 'Virgin', el cuarto álbum de Lorde
Portada de 'Virgin', el cuarto álbum de Lorde | Universal Music New Zealand

Madrid27/06/2025 11:18

Lorde, artista neozelandesa de 28 años, hace realidad el lanzamiento de su cuarto álbum de estudio, Virgin, donde recupera la esencia melódica de su aclamado disco Melodrama (2017) tras la experimentación de Solar Power (2021). En su nuevo trabajo, la cantante muestra un nivel compositivo más maduro respecto a su debut Pure Heroine (2013), ya que las canciones abordan temáticas como la autopercepción y la identidad desde lo críptico.

Con una presencia protagónica de los sintetizadores, Lorde envuelve su álbum Virgin con una portada compleja que parece representar una imagen de rayos X del interior pélvico de la artista, aunque se aprecia que por fuera lleva un cinturón y un pantalón con cremallera. Y todo, para reflexionar sobre su género: "Al hacer este álbum, hablé mucho sobre intentar reflejar mi feminidad, ya que no tenía el documento perfecto que la reflejara, y siento que la portada lo refleja", explicó para Radio 1's New Music Show with Jack Saunders.

'Virgin', canción a canción

Así, en Hammer canta: "Algunos días soy una mujer, algunos días soy un hombre", mientras en Men of the Year se visualiza abrazando su masculinidad a pesar de las consecuencias que eso pueda conllevar a nivel romántico: "Mi amor no puede creer que me haya convertido en otra persona / Alguien más parecido a mí misma".

En la misma línea se mantiene Shapeshifter, donde Lorde fantasea con ser una "cambiaformas": "He sido el hielo, he sido la llama / He sido el premio, la carga, la cadena / He sido los dados, la bola mágica", dice el estribillo, mientras el puente de la canción plantea una ruptura sentimental: "Te echaré y te haré volver / Juraré que solo eras un amigo / Y cuando todo vuelva a pasar / Diré que no me afecta".

También indaga en el desamor What Was That, el primer sencillo del disco con el que la artista habla de una historia romántica vivida a sus 17 años: "Pero tú ya sabías que esto iba a pasar, ya no sentías mi calor / Que todo lo que tenga que pasar, pase por mí / Pero esto no se va a ir pronto, lo sé / Y capaz nunca me suelte", canta.

En Favorite Daughter, Lorde plantea la presión vivida por querer ser igual de valiente que su madre, a quien va dirigida esta canción: "Soy una buena actriz, mira las medallas que gané por ti / Para que pudieras imaginar ser una hija favorita". En Current Affairs, la figura materna vuelve a aparecer en otra composición de desamor: "Mi cama está en llamas / Mamá, tengo mucho miedo / No sé como regresar / Una vez que llegue al final / Él escupió en mi boca como / Si estuviera haciendo una oración / Pero ahora estoy llorando en el teléfono / Jurando que todo está bien".

Clearblue es la canción más breve del disco y la única que no tiene estribillo. Más hablada que cantada, el tema aborda un test de embarazo negativo: "Soy libre", repite. En GRWM —que significa "grown woman", "mujer adulta"—, Lorde habla de su corporalidad: "Caderas anchas, diente astillado, '96 / Piel marcada, mirando hacia adelante / Caderas anchas, labios suaves, el trauma de mi mamá / Desde el '96, he estado buscando a una mujer adulta".

La siguiente pista del disco, Broken Glass, habla igualmente sobre la presión corporal, sobre la autopercepción y sobre un posible trastorno alimenticio: "Quiero golpear el espejo / Para hacerle ver que esto no durará / Podrían ser meses de mala suerte / Pero ¿y si solo es vidrio roto? / Pasé mi verano perdiéndome en las matemáticas / Bajar de peso me quitó todo lo que tenía".

If She Could See Me Now —que significa "si ella pudiera verme ahora"— y David continúan la travesía de Lorde durante sus dudas existencialistas a ritmo de una producción entre lo radical y lo intimista: "¿Por qué corremos hacia quienes lo hacemos? / No pertenezco a nadie", canta en la última canción de Virgin, donde también se cuestiona si alguien volverá a quererla alguna vez.