UN AÑO DESPARECIDA

La emotiva historia de Cata: la perra robada para peleas que ha aparecido con la cara destrozada

Cata, una perra American Bully, desapareció en pleno confinamiento y un año después la han encontrado en un contenedor con la cara reventada y numerosas heridas internas. Después de tantos meses de angustia, su dueña no la pierde ahora de vista. Es el principal consejo de los veterinarios para evitar robos de perros.

Europa FM
  Madrid | 23/02/2021
Cata, perra desaparecida
Cata, perra desaparecida | Como el perro y el gato (Onda Cero)

En pleno confinamiento Vito perdió a su perra, Cata. La malagueña y su familia estaban en el campo, en Guadalmar, cuando su mascota desapareció. La buscaron sin parar y denunciaron su desaparición a la Policía, pero todo fue en vano. El milagro llegó un año después. La perra ha aparecido en un contenedor cercano a su finca con la cara destrozada por numerosas heridas.

“Ha tenido que ser utilizada en peleas. Esas heridas que tiene, en toda la cara y en toda la boca, son de poner un perro contra otro”, relató emocionada su dueña el domingo en el programa Como perro y el gato de Melodía FM. “Tiene la boca reventada, los colmillos rotos, heridas por dentro, anemia y es positivo en Leishmaniasis”, añadió al hablar sobre el diagnóstico que hizo el veterinario cuando la llevaron a la consulta nada más encontrarla.

Cata es un American Bully, una de las razas en el punto de mira de los organizadores de peleas ilegales de perros en las que se mueven grandes cantidades de dinero con las apuestas. Los perros robados pueden utilizarse directamente para pelear, pero también pueden servir para criar nuevos luchadores (si son de raza) o como EXTERNO|||sparring, para entrenar a otros perros.

Qué ocurrió con Cata estos meses no se sabe pero sí parece probable que termine perdiendo un ojo por el maltrato recibido. A pesar de eso, la suya es una historia con final feliz y Vito asegura que la perra “está supercontenta”. La familia, por su parte, no le quita el ojo de encima ni un minuto para no volver a perderla.

Cómo evitar el robo de un perro

Mantener al animal vigilado en todo momento es uno de los principales consejos de los veterinarios para evitar robos. Nadie esté exento de sufrir un episodio como el de Vito y Cata, pero se pueden minimizar riesgos siguiendo ciertos consejos.

Nunca debes dejar a un perrosolo atado en la puerta de una tienda o un bar. Puede haber gente vigilando y una mascota sola es un blanco fácil y vulnerable.

— Llévalo siempre atado y sostén la correa con más fuerza en los encuentros con desconocidos.

No pierdas de vista al animal si lo dejas libre (sin la correa). En los parques o en el campo puede haber alguien escondido detrás de un árbol o un seto, y éste puede tentar al perro con comida o incluso poniendo como cebo a una hembra en celo. Cerca es probable que haya un coche o furgoneta donde meterán rápidamente a la presa.

— Un perro nunca debe quedarse solo en un coche. Se le expone a ser robado y además puede ser peligroso para su salud, sobre todo si hace mucho calor fuera. En caso de que le pase algo, esto construiría un delito penal.

— Los jardines y los patios de las casas en los que viven perros en libertad deben tener un buen cierre, que no sea fácil de saltar ni de manipular.

— Un perro siempre tiene que tener microchip. Así, si se pierde y alguien lo encuentra, puede llevarlo al veterinario y que éste localice al dueño.

Qué hacer si te roban el perro

La clave está en minimizar riesgos, pero también hay que saber cómo actuar ante el robo o desaparición de un perro. En ambos casos lo primero es denunciarlo a la Policía, dando el nombre de la mascota, sus características, el número del microchip, tus datos y las circunstancias en que desapareció. También se puede ir al el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC).

La situación cambiaría si se sospecha quién puede estar detrás de es robo, ya que ahí lo recomendable es presentar una querella en el Juzgado con los datos del denunciante y del denunciado.

El otro paso fundamental —también si se pierde el perro— es llenar la zona de la desaparición de carteles con su foto y nuestros datos de contacto. Incluso se puede aprovechar Facebook, Twitter e Instagram para compartir la información y llegar a más gente.

Se puede también avisar a los veterinarios de la zona para que están alerta y vigilar los microchips de los perros que atiendan, e incluso visitar las protectoras cercanas para descartar que el perro no esté allí.

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