UNA HISTORIA PERSONAL

El lado más desconocido de Agustín Jiménez: sus años, sus dos hijos y por quién se hizo cómico

Agustín Jiménez es un ingeniero del entretenimiento. Así se define el cómico de 51 años, padre de dos hijos y poco amante de la hora de comer. "Me parece un parón".

Agustín Jiménez
Agustín Jiménez // Antena 3

Europa FM

Madrid 28/06/2022 20:46

Agustín Jiménez es un experto en hace reír o, como él mismo se define, un ingeniero del entretenimiento. El cómico de 51 años lleva más de 20 en la interpretación. En 1993 se licenció en la RESAD y desde entonces trabaja sin descanso en cine, teatro, televisión y radio.

Lo suyo con el humor empezó de muy pequeño. "Creo que nací con el bicho dentro", dice cuando le preguntan por sus inicios en el humor.

La interpretación, una herencia materna

El cómico, guionista, ilustrador y actor defiende que la pasión por la interpretación la heredó de su madre. "No pudo ser artista, cantaba muy bien, y era muy buena actriz pero las circunstancias personales no la dejaron, ¡bueno…, el franquismo!, estaba en un colegio porque era huérfana y dijeron'Esta chica tiene mucho talento' y dijeron las monjas '¡NO, NO, NO, ni actriz, ni cantante, ni nada!", contó en Bekultura.

"Entonces, yo creo que fue mi madre quien después, desde muy niño me enseñó a recitar, a cantar, a leer en voz alta…, y la verdad es que a mí me gustaba entonces", apunta Jiménez, que en colegio se apuntaba a todas las obras y escribía las redacciones de sus compañeros. "Era como el negro de todos, escribía para otros, siempre he tenido una faceta creativa".

Humor para ligar

El humo ha sido su aliado en las relaciones personales e incluso para ligar.

"De pequeño era yo quien siempre rompía el hielo de mi grupo, y eso que era bajito, pequeño, muy delgado… Siempre he estado con la mujer que he querido, aunque no soy un picaflor; soy de pareja", apuntaba el intérprete en 2015 en una entrevista en Diez Minutos.

Padre de dos hijos

El cómico no habla de su situación sentimental pero sí de sus hijos. Tiene dos adolescentes.

"Para mí son lo primero", asegura al referirse a ellos, quienes también le sirven como fuente de inspiración: "Lo que me dicen mis hijos me hace reír bastante, los he educado en el sentido del humor y entonces me pueden vacilar".

La hora de comida, un parón y un bajón

Al hablar con Agustín Jiménez sorprende una declaración: "No me gusta comer".

"La hora de la comida me parece un parón. De hecho, estoy más gordo porque como cualquier cosa rápida, y porque me encanta el dulce. No me gusta la gente que cuelga “tuits” de lo que va a comer", contó en Diez Minutos, donde aseguró que no le gusta tampoco seguir dietas ni rutinas de entrenamiento. "Es mi defecto. Hice de todo en el pasado: danza, esgrima, kung-fu..., pero ahora nada".