PROBLEMAS EN LAS CUERDAS VOCALES

"Mi carrera está en riesgo": Leiva habla de su salud en el documental 'Hasta que me quede sin voz'

Durante 97 minutos, Leiva se sincera como nunca antes en el documental Hasta que me quede sin voz, donde sus problemas de salud adquieren un papel protagonista. Aparte de hablar sobre la lesión en sus cuerdas vocales, también explica que perdió un ojo con 13 años y que empezó a sufrir ataques de ansiedad con 15.

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Leiva en el documental 'Hasta que me quede sin voz'
Leiva en el documental 'Hasta que me quede sin voz' | Festival de San Sebastián

Europa FM

Madrid16/10/2025 20:38

"Llevo toda mi vida sin redes sociales, tratando de cultivar el misterio, y lo acabo de tirar todo por la borda con esta película". Con estas palabras, Leiva presentó su documental Hasta que me quede sin voz en el Festival de Cine de San Sebastián el pasado 25 de septiembre.

Ahora, la película se estrena el viernes 17 de octubre en salas de cine para que los fans del artista puedan conocer su faceta más personal. Leiva se sincera como nunca sobre los altibajos de su carrera y sobre sus problemas de salud, los cuales presentamos a continuación con spoilers del documental sobre lo que cuenta el propio cantante.

Problemas en las cuerdas vocales

El título del documental, Hasta que me quede sin voz, hace referencia a la lesión que padece en sus cuerdas vocales "desde hace varios años". Este es el tema central de la película, ya que supone un obstáculo a su carrera como cantante. "La única forma de continuar es meterme en quirófano antes de salir de gira. Si me paso, me quedo sin voz. Como un futbolista que tiene que salir al campo a jugar de otra forma", explica.

"La lesión es irreversible"

Diferentes escenas del filme muestran a Leiva rellenando un formulario llamado "Índice de incapacidad vocal para cantantes", tosiendo en el estudio de grabación, pinchándose una inyección antes de salir al escenario... "Mi voz ha ido cayendo en picado mientras se agota la operación. Hay un riesgo grande de suspensión", dice durante su gira Cuando te muerdes el labio (2022-2023).

"Pensar que me tengo que operar en cada gira reduce la espontaneidad. Sacar la voz es un esfuerzo. Esa espiral de preocupación me tiene muy atrapado. [...] La lesión es irreversible. Voy perdiendo voz, precisión y aguante con los años. En un punto, la continuidad de mi carrera está en riesgo", asegura. El documental también desvela los problemas de Leiva con el alcohol, ya que bebe una botella de vino diaria: "Como sigas así, dentro de un tiempo estamos hablando de otra cosa", le dicen a modo de advertencia.

A pesar de que las recomendaciones médicas indican que necesita descansar, el artista no puede evitar apuntarse a planes que perjudican su salud, como salir de fiesta después de un concierto o subir una montaña nevada. "Me meto en líos que son vivencias que necesito vivir, cuando lo que necesito es cuidarme la voz", explica.

El día que perdió un ojo

Aparte de los problemas con sus cuerdas vocales, Leiva también habla sobre un accidente que sufrió con 13 años que casi le cuesta la vida. De hecho, el documental empieza con el relato de esta historia a través de la voz en off del cantante: "Me apuntó a 20 centímetros de la cara, apretó el gatillo y me voló el ojo".

Lo que empezó como un juego con una pistola de perdigones se convirtió en la pérdida de visión en ese ojo. "Eres el chico con más suerte del mundo", le dijo un celador en el hospital. Esas palabras se le quedaron grabadas a Leiva y podrían ser el origen de su necesidad por vivir cada día con intensidad.

Además, este suceso despertó una gran oleada de rumores en su barrio, tal y como cuenta en Hasta que me quede sin voz: "La gente siempre me miró muy raro. Me acostumbré a que la gente cuchicheara. Cuando me hice una persona famosa, sentí algo familiar. Eso me sigue acarreando problemas".

Ataques de ansiedad

En su documental, Leiva también desvela que sufre ataques de ansiedad desde los 15 años. En aquella época, Leiva comenzó a ver a su primo a pesar de que su padre no le dejaba pasar tiempo con él. Juntos formaron la banda de música Malahierba, de la que posteriormente surgiría Pereza. "Esos encuentros secretos me generaron ansiedad, la cual me sigue atormentando", relata.

"La manera de paliarlo era estar siempre borracho. Un antídoto perfecto", cuenta sobre cómo intentaba combatir la ansiedad durante su ascenso a la fama con el dúo. Una vez se disolvió Pereza, Leiva pasó de actuar para 20.000 personas a hacerlo para 200: "Estaba angustiado, medicado. Perdí el éxito, mi modo de vida, y lo pasé muy mal".

Durante Hasta que me quede sin voz, el artista se define como un "maniaco" y un "obsesivo", y asegura que lo pasa mal los días previos a los conciertos multitudinarios: "Los días de shows importantes no duermo, a pesar de tomarme un Valium. Me pasa desde chaval".