CRÓNICA VIERNES 31 DE MAYO DE 2019

El empoderamiento femenino de Miley Cyrus y Janelle Monae se comen el Primavera Sound

La segunda jornada del Primavera Sound la lideraron, sin duda alguna, las mujeres. Y lo hicieron en forma de fiesta desde el technicolor de Janelle Monae, la reconversión rockera de Miley Cyrus o el festival dance de Robyn.

Miley Cyrus y Janelle Monae triunfan el el Primavera Sound
Miley Cyrus y Janelle Monae triunfan el el Primavera Sound | GTRES/EFE

Cristina Merino

Barcelona01/06/2019 17:23

Una de las grandes apuestas de este año era equiparar el cartel al 50% con presencia femenina. De esta manera aparecían entre cabezas de cartel nombres como Miley Cyrus, Solange, Rosalía, Janelle Monae, Christine and the Queens y un largo listado de artistas que tienen mucho de decir.

Con un jueves que se me quedó a medio gas, el viernes el Parc del Fòrum retomó la fiesta. ¡Y de qué manera!

En los mismos escenarios donde habíamos visto a artistas como Nine Inch Nails, Radiohead o Queens Of The Stone Age años atrás; se reconvertían anoche en el universo fluoresencente de Janelle Monae y en la enésima reinvención de Miley Cyrus.

Y es que la propia organización ya nos lo había advertido con sus banderolas: “Antes todo esto era indie”. Pero ya se sabe, hay que “renovarse o morir”.

Janelle Monae salió en escena con una imponente puesta en escena con visuales que acompañaban su último trabajo ‘Dirty Computer’, todo un canto a la libertad sexual femenina en su máxima expresión.

Con una actuación dividida en cuatro actos, Janelle hilvanó su último trabajo en los que no faltó ‘Crazy, Classic, Life’ o la aplaudida ‘Pynk’; con éxitos anteriores.

Hacia el final del concierto subió a tres personas del público para que bailaran con ella y se desató la locura cuando se lanzó al público dejando uno de los mejores conciertos de la noche.

Pero la fiesta no había hecho nada más que empezar. A pocos minutos justo en el escenario de enfrente las pantallas se encendían con unos vídeos de Miley Cyrus lamiendo plátanos, metiendo los dedos en un pomelo o restregándose helado, miel y todo tipo de fluidos en una orgía culinaria. Tan provocativa. Tan Miley.

Y no dio tiempo a recuperarnos cuando ya estaban sonando los primeros acordes de ‘Nothing Breaks Like A Heart’ y saliendo al escenario con un look de lo más rockero, acorde con su puesta en escena.

Y es que nos encontramos ante una nueva reinvención de la artista, alejada tanto del excentrismo de la etapa ‘Banger’ con osos de peluche gigantes y unicornios hinchables; como de la calma Folk de la era ‘Younger Now’.

Miley ha vuelto a encontrar su sitio con un aire más maduro pero igual de irreverente, en el que supo encajar temas anteriores como ‘Party in the USA’ o una reconvertida ‘Malibu’; sin que desentonase con sus recién estrenados temas de ‘She Is Coming’, que presentó tras su colaboración con Mark Ronson.

Tame Impala, junto a Suede, son unas de las bandas que aún mantienen vivo el “espíritu’ del festival, aunque ya ha quedado claro que esto ha cambiado.

Pero para los más “nostálgicos”, el rock y la psicodelía volvió a uno de los escenarios principales con hora y media de concierto. ‘Let It Happen’ fue la primera de una sucesión de temas que tuvieron sus altos y sus bajos, quizá también por el gran contraste de los conciertos anteriores.

Pero como siempre, los australianos nunca decepcionan y su psicodelía, también transmitida por unos hipnóticos visuales y mucho confeti iridiscente, hicieron de este un gran concierto que concluyeron con ‘New Person, Same Old Mistakes’.

Tras la banda australiana continuaba la noche con el soul festivo de Jungle; el increíble directo de Mura Masa, sin duda uno de los grandes descubrimientos de esta edición; y concluía en el escenario Ray-Ban con la sesión de la surcoreana Peggy Gou.